El gobierno nacional aceptó la renuncia del director de Infraestructuras Críticas de Información y Ciberseguridad (ICIC), Eduardo Jorge Martino, quien había sido nombrado en ese cargo a pesar de haber sido exonerado por irregularidades durante su pasado en las policías Federal y Metropolitana, y ser uno de los hombres del Jorge “Fino” Palacios en esas fuerzas. La salida de Martino se atribuyó a "motivos personales", pero se produce tras la filtración de documentos sobre procedimientos de la Dirección General de Inteligencia robados de una cuenta de mail de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el último de una serie de ataques de esas características de hubo en los últimos meses.

Martino había presentado su renuncia el 31 de mayo de este año y fue oficialmente aceptada hoy, según consignó la  Resolución 256 del Ministerio de Modernización, a cargo de Andrés Ibarra. La medida publicada en el Boletín Oficial no precisa los motivos del alejamiento pero, según trascendió, el ex policía esgrimió “motivos personales”. En la resolución solo se le "agradece” su “destacada y valiosa colaboración brindada” desde el 4 de mayo de 2016.

El ex oficial de policía llegó a ese cargo de la mano del secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco, a pesar de haber sido antes apartado de las policías Federal y Metropolitana. En la Federal fue uno de los 107 oficiales y 475 agentes que en 2004 fueron separados de la fuerza por tener causas judiciales en curso o sumarios administrativos abiertos. La decisión fue tomada por el entonces presidente Néstor Kirchner, en lo que fue la mayor purga en la Federal hasta entonces.

Cinco años después, el gobierno porteño lo recicló en la cúpula de la Policía Metropolitana como superintendente de Comunicaciones y Servicios Técnicos. Su nombramiento y el de otros oficiales fue cuestionado en su momento al entonces jefe de esa fuerza, el ahora secretario Burzaco, quien decidió apartarlo después de tener que dar explicaciones al respecto en la Legislatura de la ciudad.

Las denuncias habían consignado que Martino era un oficial que respondía a Jorge “Fino” Palacios, acusado por encubrimiento del atentado a la AMIA, denunciado por tener vínculos con reducidores de autos y narcotraficantes, procesado por escuchas ilegales y hombre de confianza de Mauricio Macri.

La actividad de Martino en lugares vinculados a la seguridad no solo se restringió su presencia en las fuerzas públicas: también fue director técnico de la empresa de seguridad Alesa S.A., de la que también era socio, tal como lo consignó Página/12 en 2010.

Uno de los últimos cuestionamientos que se le hizo a Macri un año antes de ser elegido como Presidente de la Nación fue la instalación en de cámaras de seguridad en el Obelisco. Detrás de esta medida también estuvo Martino. Andrés Pérez Esquivel, sociólogo e hijo del Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, había cuestionado la presencia de ese sistema de presunta seguridad y señaló a Martino como su impulsor: “El encargado de la instalación del sistema y de quien depende el funcionamiento de las cámaras es Eduardo Jorge Martino, que cumplía funciones durante la dictadura en la Policía Federal”, dijo por entonces.

Luego de confirmada la renuncia de Martino al cargo de cómo jefe de e Infraestructuras Críticas de Información y Ciberseguridad de la Nación, el Gobierno no anunció quién será su reemplazante, si un especialista u otro hombre de confianza del macrismo.