El presidente Alberto Fernández tendrá que resolver en los próximos días diversas cuestiones muy complejas: por un lado deberá definir si viaja o no a los Estados Unidos para participar de la Cumbre de las Américas y, en caso de hacerlo, tendrá el desafío de elaborar un discurso lo suficientemente crítico en contra de la decisión de la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, de excluir de la cumbre a Nicaragua, Venezuela y Cuba, pero sin perjudicar demasiado la relación bilateral de cara a la cumbre del G7 que se hará en Alemania en junio y a la que el país fue invitado. Por otro lado, deberá definir qué hacer con las retenciones a los sectores agropecuarios en un complejo escenario inflacionario que se vio exacerbado por la guerra, y también transitar en junio el aumento de las tarifas, aún sin una segmentación realizada. Por otra parte, Fernández sigue teniendo pendiente la tarea de ordenar el frente interno, aunque un primer paso --que desde el kirchnerismo fue visto con buenos ojos-- fue la participación del mandatario en Chaco en un acto de institucionalización del FdT en la provincia. Desde Casa Rosada, en esa línea, adelantaron a este diario que lo mismo que se hizo en Chaco "se puede repetir en otras provincias".

Entre la interna y la institucionalización

La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, este domingo volvió junto a su hijo, el diputado y líder de la Cámpora, Máximo Kirchner, de Santa Cruz. Más allá de las especulaciones que generó el viaje de los dos juntos, desde el entorno de la presidenta del Senado aseguran que fue solo "un viaje familiar" y también contaron que les pareció bien la aparición de Fernández en el Chaco junto al gobernador, Jorge Capitanich. Fuentes del kirchnerismo puntualizaron en diálogo con Página12 que "siempre son buenos los encuentros", y que "es bueno que el Presidente, con su presencia, valide la idea de institucionalizar el FdT".

Cerca de la vicepresidenta, también resaltaron que no pueden confirmar si CFK y Máximo asistirán a otros encuentros similares al de Chaco porque no fueron confirmados, pero recuerdan que Máximo Kirchner fue el impulsor de "un primer encuentro para la institucionalización del FdT en la provincia de Buenos Aires", haciendo referencia a la reunión que se llevó a cabo en La Plata el pasado 26 de abril a la que, además de Kirchner, asistieron el Gobernador, Axel Kicillof; Malena Galmarini en representación del Frente Renovador y representantes de los distintos partidos que integran el FdT a nivel provincial. En aquella ocasión no hubo invitados del sector más cercano al Presidente y con peso territorial en Provincia de Buenos Aires, como el ministro de Desarrollo, Juan Zabaleta, o el de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.

Lo cierto es que desde el entorno más cercano del Presidente son varias las figuras que, a diferencia de lo que opinaban hace algunos meses, ahora le reclaman al mandatario que se siente con la vicepresidenta y escuche cuáles son sus demandas y requisitos. "Tienen que poner las cartas sobre la mesa y avanzar, porque así no hay 2023 a nivel nacional, pero tampoco en provincia", aseguraron a este diario algunas figuras que, si bien en su momento impulsaban la idea de incentivar un "peronismo territorial" o un "albertismo", ahora creen que es tarde y que Fernández debe ceder. "Hay que serenarse y ponerse de acuerdo para sentar las bases de cómo va a seguir funcionando el Frente, porque si se sigue dilatando ese encuentro cada vez es peor y no se puede gestionar así", explicaron a este diario. 

Incluso varios de los ministros cercanos al Presidente mantuvieron en las últimas semanas reuniones en provincia de Buenos Aires con Máximo Kirchner y otros referentes del kirchnerismo y se dieron la tarea de incentivar un encuentro entre el Presidente y la Vicepresidenta. "Estamos trabajando para eso", dicen, aunque por ahora se trata de un objetivo que no logran concretar. Habrá que corroborar en los próximos días si Máximo habló de ese tema en la visita familiar que hizo con su madre a la provincia patagónica.

Retenciones y suba de tarifas

Como vienen reiterando distintas figuras del FdT --incluso la propia Cristina-- la interna no tiene que ver con disputas de poder o cuestiones personales sino, centralmente, con diferencias en la política económica. Con la guerra que se desató entre Rusia y Ucrania el precio del trigo se fue por las nubes y la Argentina es uno de los grandes productores mundiales de ese bien central en este contexto.

Desde algunos sectores del oficialismo opinan que debería haber un aumento en las retenciones para que, de ese modo, el precio del conflicto no lo termine pagando la gran mayoría de los argentinos que ven aumentos desmedidos en el precio de los alimentos, mientras un grupo reducido de grandes exportadores se ven muy beneficiados. Desde el Gobierno, en tanto, la única política que aplicaron al respecto fue la elaboración del fideicomiso del trigo. Hubo idas y vueltas, pero no avanzaron con un aumento en las retenciones a los sectores agropecuarios.

Una de las posibilidades que ven factible desde algunos sectores de la alianza gobernante es que el Presidente avance con el aumento de las retenciones por decreto, para no tener que esperar una aprobación del Congreso. Consideran que por más que haya un revés judicial a una posible aplicación del aumento por decreto, en tal caso la plata se devolvería en pesos y con eso se podría poner un ancla a los precios. Sin embargo, desde el entorno del mandatario aseguraron a Página12 que "jurídicamente esa postura es incorrecta" y que "todo lo que tenga que ver con lo impositivo tiene que pasar por el Congreso".

Otro de los temas que estarán en agenda esta semana es la suba de tarifas anunciada para junio. Desde el gobierno aseguraron a este diario que "lo único que queda es definir el diez por ciento que pagaría la tarifa plena", y puntualizaron que "eso está a cargo de la secretaría de Energía", que conduce Darío Martínez. Ya salieron las resoluciones para los aumentos de luz y de gas y desde el Ejecutivo destacan que "se está avanzando en la segmentación que próximamente saldrá".

La Cumbre de las Américas

Fernández había adelantado que no asistiría a la cumbre que se llevará a cabo el 6 de junio en Los Ángeles si Biden excluía a Nicaragua, Venezuela y Cuba. El Presidente de México, Manuel López Obrador, ya anunció que no irá y otros presidentes de la región como el brasileño Jair Bolsonaro y el Boliviano, Luis Arce, tampoco irían. Christopher Dodd, un exsenador demócrata que estuvo en Buenos Aires por pedido de Biden, se reunió con Fernández para intentar convencerlo de asistir. 

El Presidente, si bien no comparte las políticas de Biden en Latinoamérica, sabe que en noviembre el estadounidense enfrentará elecciones de medio término y que el expresidente Donald Trump tiene grandes posibilidades de ganar la presidencia en 2024. En ese marco, el fracaso de la cumbre sería un gran dolor de cabeza para el demócrata. Desde Casa Rosada, aseguraron a Página12 que la idea es que Fernández asista como Presidente de la Celac y "poder plantear ahí nuestra posición, que es que se debe invitar a todos y que no haya más bloqueos". El jueves Fernández habló con AMLO, que se habría mostrado de acuerdo con esa postura.