Después de dos años de pandemia con propuestas virtuales, el Centro Interactivo de Ciencia y Tecnología (CICyT) Abremate que funciona en la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) volvió a abrir sus puertas para visitas de familias y escuelas.El espacio cumplirá el próximo sábado, 21 años desde su creación, impulsado con la premisa del “derecho al conocimiento” que tiene toda la sociedad. Abremate posee una sala de exposiciones abierta a la comunidad, de sesenta y tres módulos (unidades lúdicas de interacción). Con entrada gratuita y la participación de trece docentes-guía, permite a los visitantes recorrer las transformaciones de la ciencia y la tecnología al revivir a través de una historia animada por diferentes culturas.
Ubicado en un edificio de 2 mil metros cuadrados,al 5600 de la Avenida Hipólito Yrigoyen, en Remedios de Escalda, el museo Abremate se convirtió a lo largo de su historia en un punto de referencia para reducir la brecha entre las ciencias sociales y naturales. “La cuestión de anular grietas o brechas entre distintos campos disciplinarios tiene que ver con uno de los principales objetivos de la UNLa y de Abremate, también basado en que todos los lenguajes se integran, fusionan e interactúan a la hora de un aprendizaje holístico”, explicó al Suplemento Universidad Susana Espinosa, directora del centro. El lugar posee una sala de exhibición con siete sectores históricos, a través de los cuales se hacen los recorridos guiados y los caminos temáticos. En concreto, los períodos históricos presentados son los Antiguos Imperios de Oriente, los de Occidente, la Edad Media, el Renacimiento, la Edad Moderna, la Edad Contemporánea y nuestros tiempos. Con la convicción de que el principal mecanismo didáctico que favorece la alfabetización científica es la interactividad, desde Abremate invitan a los visitantes a jugar con los módulos de física, química y biología, para superar la mera instancia contemplativa.”Creo que la educación creativa e inclusiva, con una libertad que permita que todos y todas tengan oportunidad para aprender haciendo, jugando, es el camino ineludible que nuestra sociedad debe recorrer con total compromiso y prioridad”, señaló Espinosa, licenciada en Gestión Educativa y doctora en Filosofía.
Las visitas de las que participan especialmente niños y niñas de 7 a 15 años, suelen ser disparadoras de futuras vocaciones. La pandemia impidió que esos recorridos se hiciera de modo presencial pero la universidad siguió brindando propuestas virtuales. Durante dos años, las actividades desarrolladas online consistieron en “ciclos de charlas” en las que participaron especialistas de distintos campos en cortos audiovisuales de cinco minutos para dar cuenta de fenómenos tecnológicos y científicos.
Los pasillos de Abremate ahora volvieron a cobrar vida y los desafíos se renuevan. “Queremos volver a hacer muestras itinerantes por la Argentina y en países fronterizos. Para reiniciar intercambios de ese tipo, desde Abremate establecieron contactos con municipios, direcciones de cultura, universidades y museos de todo el país. Además, trabajan en la organización de un ciclo de charlas online para el segundo semestre con referentes destacados de museos interactivos de diferentes lugares del mundo. “Lo más importante será volver a trabajar fuertemente por el acceso al conocimiento en forma interactiva para la democratización de la ciencia y la tecnología desde diversos campos de acción”, destacó Espinosa.