Netflix inició en marzo una prueba piloto para poner fin a las cuentas compartidas en Chile, Costa Rica y Perú. Según un relevamiento que hizo en este último país el diario especializado en tecnología Rest of World, la compañía no está obteniendo de parte de los usuarios una buena recepción: muchos consumidores coincidieron que se trata de una "política confusa" y algunos incluso decidieron darse de baja del servicio y migrar hacia otras plataformas. 

La nueva estrategia que Netflix está probando en estos tres países, ideada como respuesta a la pérdida masiva de suscriptores --en el primer trimestre de este año la empresa perdió 200.000 usuarios y se espera que en los próximos meses caigan 2 millones más-- consiste en imponer tarifas adicionales a quienes utilicen la cuenta del suscriptor o suscriptora fuera del "hogar". 

Con este cambio, el suscriptor deberá pagar un extra por aquellas personas que no convivan con él pero utilicen su contraseña para ver contenido. En Perú, país donde el diario Rest of World llevó a cabo el relevamiento, los suscriptores pueden agregar hasta dos usuarios adicionales pagando un extra de 2 dólares por mes. Esta opción es más económica que crear una nueva cuenta, ya que el plan básico está alrededor de 6,80 por mes. 

Para su prueba piloto, Netflix eligió tres países donde el mercado no está tan desarrollado: según la firma global de investigación de medios y entretenimiento Ampere Analysis, América Central y del Sur tienen los ingresos por usuario más bajos de Netflix. 

En Perú, donde Netflix lidera el mercado con el 41% de los suscriptores de transmisión, seguido de HBO Max y Disney con alrededor del 20%, la prueba no fue bien recibida

En algunos casos, el aumento de precio fue suficiente para convencer a las y los usuarios de cancelar su cuenta de Netflix por completo. También se dio el caso de suscriptores que pudieron seguir compartiendo sus cuentas con otros hogares sin recibir el aviso de cambio de política y de suscriptores que ignoraron ese aviso sin sufrir una modificación en su facturación. Esa falta de claridad en el cambio de política fue, justamente, una de las debilidades señaladas por los usuarios. 

El diario Rest of word habló con más de una docena de usuarios de Netflix en Perú y relevó varios de esos inconvenientes. Carlos Luque, uno de los entrevistados, comparte su cuenta con sus padres, su hermano y su novia, quienes viven en distintas viviendas. Ninguno ha recibido hasta la fecha, sin embargo, una notificación en la que se indique el cambio de política. Tampoco han experimentado cobros adicionales. 

El caso de Gabriela A., quien pidió al medio que no usara su nombre completo por miedo a que Netflix pudiera someterla a los cargos adicionales que ha logrado evitar hasta este momento, es diferente. Ella comparte la cuenta con dos amigos no convivientes y a ellos sí les llegó una notificación diciéndoles que debían validar sus cuentas. Sin embargo, saltearon el mensaje y Gabriela no sufrió ningún incremento en su facturación. 

Otro usuario de Lima, Kat Galindo, sí recibió cargos adicionales y decidió dar de baja el servicio y suscribirse a HBO Max, aunque reconoció que su decisión no solo se debió "a los nuevos cargos” sino que “ya no disfrutaba de la mayoría de sus espectáculos”.

Hugo Vilchez, un ingeniero de Lima, también dejó de ver Netflix por completo después del cambio de política, poniendo fin a una suscripción que compartió con amigos. Todos ellos siguen usando de forma conjunta otras plataformas, entre ellas HBO Max, Amazon Prime y Star+.

Consultado por el diario Rest of World, un representante anónimo del servicio al cliente de Netflix dijo que él y sus compañeros están confundidos acerca de qué decirles a los titulares de cuentas cuando les preguntan sobre la nueva política. De hecho, reveló que cuando los clientes llaman afirmando que algún conviviente está usando la cuenta desde una ubicación diferente por determinado motivo, los representantes de atención al cliente les dicen que pueden seguir usando la cuenta a través de un código de verificación sin abonar costos adicionales.