Finalmente, se confirmó este viernes el llamado a licitación pública para la construcción del gasoducto Presidente Néstor Kirchner, cuya demora había provocado roces entre integrantes del gobierno e incluso se presume que la renuncia del funcionario a cargo de la Unidad Ejecutora de la obra, Antonio Pronsato, que se conoció en el último fin de semana. Agustín Gerez, presidente de Energía Argentina, destacó al momento del anuncio que “el proceso licitatorio prevé su culminación durante el mes de agosto de 2022, cumpliendo así con los cronogramas originalmente establecidos".

Energía Argentina destacó en el comunicado en que realizó el anuncio del llamado a licitación para la construcción del gasoducto que "se trata de una obra estratégica para nuestro país, que permitirá ampliar en un 25 por ciento la capacidad del sistema de transporte de gas natural y ayudará a desarrollar la producción creciente en Vaca Muerta". El ducto tendrá una extensión de 563 kilómetros entre la localidad neuquina de Tratayén y Salliqueló, en el oeste de la provincia de Buenos Aires, atravesando las provincias de Río Negro y La Pampa. El proyecto también contempla obras complementarias, como el tramo de gasoducto secundario Mercedes-Cardales, en territorio bonaerense.

Tras las repercusiones que provocó la renuncia de Pronsato, el secretario de Energía, Darío Martínez, había asegurado que todos los pasos se estaban dando en los tiempos previstos y que esta semana se concretaría el llamado a licitación. Muchos dudaron, pero el secretario pudo cumplir con ese vaticinio. Es que, justamente, uno de los motivos del disgusto de Pronsato era que los pliegos estaban ya diseñados pero se demoraba la decisión de sacarlos a la calle, con lo cual parte de la tarea estaba ya hecha en tiempo y forma. 

En fuentes del sector se afirma que hubo reclamos de algunas empresas aspirantes a participar para que el llamado contemple la apertura de la participación, y que la obra no quedara exclusivamente en manos de las firmas más concentradas. 

Darío Martínez, sin embargo, reafirmó a inicios de esta semana que, tras la adjudicación de la provisión de los caños (por parte de una firma del grupo Techint), "esta semana van a estar los pliegos de la obra". Y subrayó además que "ya se hicieron los estudios de impacto ambiental en Neuquén, Río Negro y La Pampa". Sólo estaría pendiente el dictamen de la provincia de Buenos Aires.

El secretario de Energía reconoció en esa oportunidad que el conflicto bélico podria condicionar el aprovisionamiento de algunos materiales de los cuales Rusia se preveía que fuera uno de los proveedores. Admitió que eso obligó a repensar el proceso, lo cual puede llevar a que "no sea tal cual fue establecido". A pesar de ello, aclaró que se viene cumpliendo con los pasos de construcción del gasoducto y que se sigue con "la idea de conectarlo en julio o agosto de 2023" en su primera etapa y "ya en el invierno de 2024" se habilitará el segundo tramo.

Martínez reafirmó en el mismo reportaje en el que formuló las declaraciones anteriores, que el gasoducto "es la obra de infraestructura más importante en los últimos 40 años" y que una vez concluida "va a sustituir importaciones". "Lamentamos que en la gestión anterior no se hizo esta obra porque no se pudo, no se quiso o no se supo", acotó, al tiempo que resaltó que con su puesta en marcha habrá "más parques industriales y más posibilidades de industria y trabajo", además de un significativo ahorro debido a que "se dejará de importar GNL a 35 dólares el millón de BTU y lo vamos a general a 3,50 dólares".

También puntualizó que la decisión del presidente Alberto Fernández de llevar adelante la obra "cambiará la matriz estructural del país" y "nos pone en el camino de resolver no sólo el problema del gas en la Argentina sino de ser proveedores de toda la región y, si se hacen las inversiones de GNL, también del mundo". El funcionario destacó el sentido "federal" de la obra, ya que permitirá "llevar el gas del sur al norte y resolver el problema" que se genera con "el declino de producción en Bolivia".