El Ejército ruso ha acabado con las vidas de más de 400 "nacionalistas ucranianos" y destruido toneladas de armamento durante los bombardeos efectuados sobre Ucrania en las últimas 24 horas, anunció este sábado el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov. Buena parte del daño ha sido causado por un bombardeo de la aviación rusa contra un centro de entrenamiento de artillería de las fuerzas armadas de Ucrania en la región de Sumy, en el noreste del país.
Alta precisión
"Misiles lanzados desde el aire y de alta precisión alcanzaron el centro de entrenamiento de artillería de las Fuerzas Armadas de Ucrania cerca del asentamiento de Stetskovka, en la región de Sumy", según declaraciones recogidas por Interfax y Europa Press. En ese centro, según el portavoz, instructores extranjeros supervisaban entrenamientos para el personal militar ucraniano en la operación y control de fuego de obuses M777 de 155 mm.
"La aviación ha eliminado a 400 nacionalistas, y destruido 20 tanques y vehículos blindados, cuatro vehículos de combate BM-21 del sistema de lanzacohetes múltiples Grad, nueve piezas de artillería y 29 otros vehículos", declaró Konashenkov en rueda de prensa.
Además, en la región sureña de Odesa un ataque con misiles destruyó un "punto de despliegue de mercenarios extranjeros", sostuvo. A su vez, en la misma región, los sistemas de defensa aérea rusos derribaron un avión de transporte militar de la Fuerza Aérea de Ucraniana "que estaba entregando armas y municiones", sostuvo Konashénkov.
Armamento inutilizado
En total, continuó, desde el inicio de la invasión de Ucrania, el Ejército ruso ha inutilizado 187 aviones, 129 helicópteros, 1.104 drones, 328 sistemas de misiles antiaéreos, 3.406 tanques y otros vehículos blindados de combate, 466 lanzacohetes múltiples, 1.769 piezas de artillería de campaña y morteros, así como 3.405 unidades de vehículos militares especiales.
Konashenkov agregó que las bajas infligidas durante las últimas semanas a los "mercenarios" extranjeros que luchan junto al ejército de Kiev ha frenado el flujo de llegada de éstos a Ucrania. "Desde principios de mayo, la llegada de mercenarios extranjeros a Ucrania dispuestos a participar en las hostilidades contra el ejército ruso se ha, por así decirlo, frenado", declaró el portavoz del Ministerio ruso de Defensa.
Según Konashenkov, el número de combatientes extranjeros en Ucrania se "dividió casi por dos", de 6.600 a 3.500. "Un gran número de ellos prefiere abandonar Ucrania lo más rápido posible, ya que cientos de mercenarios extranjeros en Ucrania fueron eliminados con armas de larga distancia y alta precisión poco tiempo después de su llegada a los lugares donde debían recibir entrenamiento adicional", aseguró. "La mayoría de ellos fueron eliminados en zonas de guerra a causa de su bajo nivel de entrenamiento y su falta de experiencia", añadió.