Cada vez más corrida a la derecha, Patricia Bullrich recibió críticas por el lanzamiento de sus equipos de campaña donde aludió al regreso de las Fuerzas Armadas a seguridad interior pero, sobre todo, habló explícitamente de hacer un recorte masivo de planes sociales. El ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, le salió al cruce: “La presidenta del PRO quiere sacar los planes en 6 meses. Como si no hubieran gobernado y además no los hubiesen duplicado”. Así le recordó la política de Carolina Stanley de contener a los movimientos sociales, que es una de las críticas principales de Bullrich al gobierno de Macri -que ella integró- y algo que, considera, habría que revisar en un eventual segundo mandato de Juntos por el Cambio bajo su comando.

La presentación de sus equipos técnicos funcionó para Bullrich como un virtual lanzamiento por la Presidencia. Acompañada por Mauricio Macri, la presidenta del PRO dijo: "Me dicen que es imposible sacar los planes en seis meses. Más imposible es no sacarlos porque se van a quedar para siempre".

Bullrich tiene como principal asesor en el área social a Matías Lobos, que es funcionario en el Municipio de Tres de Febrero y que sigue la línea de Miguel Angel Pichetto en contra del "pobrismo" y de los planes sociales. "Trabajamos para una política social que les permita a las personas ingresar al mundo del trabajo, sin intermediarios que sean gerenciadores de la pobreza”, escribió hace poco.

Lobos advirtió que "los movimientos sociales deben optar por dos caminos. Uno de ellos es alentar la continuidad de una política social fragmentada y focalizada, sin vínculo real con la política de empleo, y quedarse en el conformismo de una burocracia profesionalizada para la administración de la pobreza. El otro es convertirse en facilitadores de una política social universal que supere la pobreza teniendo como la moneda dos caras: el empleo digno y la contención para la reinserción laboral".

La respuesta de Zabaleta no solo recordó que la gestión de Macri incrementó los planes sociales, sino que se refirió a las consignas facilistas: “Hablar de 'sacar o poner' planes es querer que los pobres siempre sean pobres. Buscamos transformar planes en empleo y no retuits que alimenten las grietas”.

No es la primera vez que Bullrich se pronuncia contra los programas sociales. En abril pasado, la dirigente de Juntos por el Cambio había planteado que los planes “ya no dan ningún resultado y hay que sacarlos”. Su adversario interno, Horacio Rodríguez Larreta, no quiso quedarse atrás y salió a pedir que se les quitaran los programas sociales a quienes realicen protestas o manifestaciones en la Ciudad de Buenos Aires. Lo hizo luego de días de criticar la falta de represión ante un acampe piquetero.

Tanto los movimientos sociales como "los planes" se vienen convirtiendo en el objeto favorito de demonización de uno y otro sector del PRO. Bullrich no lo dejó afuera del repertorio de consignas de mano dura que fue su presentación de equipos técnicos en el Yacht Club de Olivos.

Otras de sus propuestas fueron: limitar severamente la emisión del Banco Central, como única política para combatir la inflación, desregular un sinfín de áreas de la economía, dejándolas libradas a la ley del mercado, y avanzar con "hechos fuertes" en materia de seguridad. En ese sentido, pasó inadvertido que dijo que en Rosario "no nos va a alcanzar la Gendarmería". Se trata de una alusión a un viejo proyecto que tenía Bullrich como ministra de Seguridad: reintroducir a las Fuerzas Armadas en la seguridad interna, en particular, para combatir al narcotráfico. También hubo alusiones al caso de Santiago Maldonado cuando afirmó que en el sur piensa "hacer lo que tenés que hacer" para que nadie pueda ocupar más tierras. No dio detalles de en qué consistiría ese "hacer".