"Dentro de poco se cumplirán 7 años de la detención de Milagro Sala, tiempo que duró la dictadura cívico militar en la Argentina”, comparó el abogado defensor de la organización Tupac Amaru, Luis Paz, sobre la persecución política en este tiempo a los opositores al gobierno de Gerardo Morales, en Jujuy.

Ayer se conoció que fue concedida la libertad condicional a las militantes Graciela López y Adriana Condori, quienes deberán cumplir una serie de requisitos para poder mantenerse con este beneficio. El juez de Ejecución, Emilio Cattán, resolvió el pedido recurrente de los defensores y organismos de derechos humanos, ya que hace tiempo se cumplieron los dos tercios de la condena que pesan sobre las mujeres.

La causa por las que están condenadas es de 2019, conocida como “Pibes Villeros”, en la que están imputadas 29 personas, entre ellas varios dirigentes de la Tupac Amaru, como su lidereza Milagro Sala. Causa que no tiene sentencia firme.

Este proceso judicial se tramita en un contexto político social de gran autoritarismo en Jujuy, ejercido por decisión del gobernador Gerardo Morales y su brazo ejecutor, el Ministerio Público de la Acusación y el Poder Judicial, e iniciado en diciembre de 2015.

En este contexto, y en particular sobre Graciela López, Paz explicó que su detención "implicó el descabezamiento de la organización social y la destrucción de una gran experiencia de trabajo colectivo en la ciudad de Palpalá”, en referencia a la organización donde López desarrollo un trabajo social, e integraba la Red de Organización sociales.

Asimismo, acotó que la persecución política a López es también por su amistad con Sala. El abogado señaló que “Graciela siempre manifestó ser desde chiquita amiga de Milagro, por lo tanto tenían que apuntar a las dos mujeres. La prolongación de la detención de Graciela no tiene ningún tipo de justificación, porque ella ya había cumplido con los requisitos legales y procesales para su libertad hace muchísimo tiempo y estuvo pagando con la cárcel todo este tiempo”, aseguró. 

La cárcel para miembros y dirigentes de la Tupac Amaru y algunos dirigentes de la red de organizaciones sociales, "ha sido claramente un plan para el escarmiento”, afirmó el abogado. “Se van a cumplir siete años dentro de un par de meses de la prisión preventiva de Milagro. Lo que duró la dictadura en Argentina”, repasó, y comparó el disciplinamiento a opositores de un gobierno autoritario.

“Conseguir la libertad del resto de mis compañeros”

Por su parte, Graciela López agradeció a sus abogados. “Doy vuelta la página en esta situación que nos tocó vivir a los a los compañeros, a los diez compañeros que me acompañaron en esta prisión. La verdad, quiero decirles que me invade un enorme orgullo de poder haber contado con cada uno de los luchadores que han estado en la calle peleando por nuestra liberación. Así también, por los cumpas abogados, porque nosotros ninguno tuvimos abogados pagos, todos nuestros abogados solidariamente, incansablemente, han estado siempre al pie de la causa en toda situación no los nombro porque son varios y me puedo olvidar de alguno. Gracias compañeros”, expresó en extenso audio.

Y deseó que “Esta situación de atropello de revanchismo político que hemos sufrido del gorilismo se pueda revertir y podamos dar vuelta la página, que escribamos la historia con memoria, que nuestros jóvenes sepan quiénes son los que predican ser los salvadores de nuestra patria, los mismos que tienen manchadas las manos con sangre, cómplices de la dictadura, cómplices de nuestros 30.000 desaparecidos”.

“La situación que pasó en Jujuy fue en menor manera, pero de similares rasgos, nosotros nos hemos atrevido a luchar para que el asesino, el genocidio de Pedro Carlos Blaquier sea llevado a juicio y sentado en el banquillo de los acusados y ese fue uno de los precios de nuestra cárcel”.

Por último, López llamó a redoblar esfuerzos por los compañeros que siguen presos, como Javier Nieva, Patricia Cabana, Iván Altamirano, Miguel Sivila y Milagro Sala. “que puedan sentir esta sensación que yo siempre soñé en la cárcel mirando el cielo. Soñaba con una liberación masiva. Quería salir con todos mis compañeros de la mano. Hoy en día siento que por ética el gran compromiso mío es redoblar los esfuerzos y conseguir la libertad del resto de mis compañeros. Hay que formar cuadros, sembrar conciencia en nuestros jóvenes, que sepan qué pasó en la dictadura, que sepan que en Jujuy allá por el año 2016 hubo un atropello a los dirigentes sociales, que hemos sufrido cárcel y nuestro único delito ha sido luchar por trabajo, salud educación. Reivindicar, devolver la dignidad a cada uno de nuestros compañeros”.