Foto: Pablo Mehanna

El templo del falafel

Desde una ventana despachan el que tal vez sea el mejor falafel de Buenos Aires. Viene en un pan pita generoso relleno con verduras crujientes, pickles, salsas, hummus y esas crocantes bolitas fritas elaboradas a base de garbanzo con cebolla y perejil. De eso se trata Falafelandia, local dedicado -el nombre lo deja claro- a esta especialidad llegada del Medio Oriente, que en los últimos años se puso de moda en el mundo entero. Es económico, sano, apto dietas varias (incluso veganas) y, lo mejor de todo, es delicioso.

Falafelandia es creación de Alex y Sebastián (con otros socios que aportaron capital e ideas), dos amigos que se conocieron en el grupo de Facebook Buena Morfa, y que juntos ya habían realizado pop ups y eventos gastronómicos. La idea arrancó a principios de 2019; en el proceso de armado apareció la pandemia, los tiempos cambiaron, hasta que - comenzado el 2022- decidieron que “era ahora o nunca”. “Juntos repensamos el producto, la lógica del lugar y el menú, cada uno aportando desde su lugar”, dice Alex, cocinero con 20 años de experiencia.

El menú es conciso: la estrella es el sándwich de falafel ($800), le suman una opción de ensalada con falafel ($1200) y el hummus servido con pan pita ($850). Nada más, nada menos. Si bien el sándwich se puede personalizar (sacar alguna verdura, elegir una salsa sobre la otra), el recomendado incluye todo esto: seis bolitas de falafel, lechuga capuchina, repollo colorado, cebolla morada, tomate, pepino, perejil, berenjena frita, pickle de repollo y rabanitos. Además, hummus y salsa tahine. Finalmente se eligen las salsas, que crecen en picor: la más suave es una harissa a base de morrón, tomate y algún ají picante; le sigue la sjug, con más ajíes, abundante cilantro, limón, especias. Y la tercera lleva cúrcuma y potentes ajíes en conserva.

Una buena idea de Falafelandia es que en lugar de armar un sándwich en orden (primero falafel, luego verduras, finalmente salsas, como hacen varios), lo hacen en capas, mezclando todo: cada bocado ofrece así el sabor completo. El falafel en Buenos Aires ya tiene su templo.

Falafelandia queda en Av. Córdoba 5190. Horario de atención: jueves de 12 a 20; viernes y sábados de 12 a 21; domingos de 12 a 16. Instagram: @falafelandia.

Foto: Pablo Mehanna

Respeto por los tacos

Francisco “Paco” Gómez es mexicano; un diseñador industrial que vino a la Argentina hace poco más de cuatro años siguiendo los pasos de Soledad, su pareja. “Siempre fui el loco de los tacos. Cuando vine a Buenos Aires, sentí que nada de lo que probaba tenía el verdadero sabor chilango”, cuenta.

Taquería Díaz abrió primero en El patio de los lecheros, en Caballito, pero con el cierre (conflictivo y polémico) de este lugar durante la pandemia, Paco perdió todo lo que había hecho hasta ese momento, tanto en esfuerzo como en dinero. “En esos mismos meses falleció mi padre y me deprimí. Por suerte pude levantarme”, afirma.

El nuevo local de Taquería Díaz abrió hace un año sobre la Av. Monroe a la altura de Villa Urquiza, tiene patio al fondo y un salón interno para unas 40 personas. De la cocina salen unos tacos perfectos, repletos de sabor mexicano. El más vendido de la casa es el suadero ($520), una tortilla de maíz que sale con matambre cocinado con cítricos, especias y cebolla, siguiendo la receta materna que aprendió en su infancia. Le sigue el taco al pastor ($380), con cerdo adobado en achiote; hay también de carnitas, campechano y de boniato, entre otros. Se suman gringas (tortillas de trigo con queso, ananá y carne a elección), mulitas, burritos y clásicos nachos con carne, con guacamole o un cheddar con picante ($1100/$1250), entre otros platos de la cocina callejera mexicana. Para acompañar son imprescindibles las salsas: puede ser la picachido, una salsa roja y picante fermentada hecha con jalapeños rojos (también otros ajíes según disponibilidad, desde cuaresmeño hasta habaneros); y la verde, una salsa fresca que hacen con morrón, cilantro, jugo de lima y jalapeño verde.

El ambiente de Taquería Díaz (que suele llenarse) es siempre alegre, como debe ser en un lugar así. La atención es amigable y de la barra salen cervezas (desde $270), cócteles ($650), jugos sabrosos. Suele haber grupos de amigos, parejas, incluso familias completas. Un viaje relajado a la Ciudad de México, en sabor, en color y en el espíritu que hay detrás de cada uno de estos tacos.

Taquería Díaz queda en Monroe 3915. Horario de atención: jueves, viernes, sábados y lunes, de 19 a 23:30; domingos de 13 a 17. Instagram: @taqueriadiaz.

Foto: Pablo Mehanna

La sopa más deliciosa

Lo llaman “caldo con fideos”, pero a ojos occidentales el ramen es sin dudas la gran sopa japonesa, la más deliciosa y de moda en el mundo hoy. En Buenos Aires hay varios lugares que tienen al ramen como protagonista; uno de los mejores es Nen Ramen, dirigido por la joven Yoshimi Tabemono. Su historia puede resumirse así: en 2015 y en 2017 viajó a Japón y allí se enamoró del ramen. De vuelta en Buenos Aires aprendió y trabajó junto a Alejandro Aizawa; en pandemia ofreció kits de ramen para armar en casa y hace unos meses dio un nuevo salto de calidad, uniéndose al fantástico restaurante Kuda. “Me asocié con Edgar Kuda y cada lunes ocupo su restaurante”, cuenta Yoshimi.

Si bien el ramen suele ser una comida callejera e informal, lo de Nen Ramen va mucho más allá: aprovecha la barra y la lógica de Kuda para presentar un menú completo donde el ramen es precedido por varios platitos a modo de pasos introductorios. La cena completa sale $2800 (sin bebida) y el recién menú de invierno incluye unas gyozas perfectas, luego kakiage (vegetales cortados en juliana y fritos), también gomae (una ensaladita de vegetales blanqueados con sésamo) y chawanmushi, suerte de sopa con textura similar a la de un flan, servido con pesca blanca y furikake. Finalmente llegan un zapallo acaramelado con salsa soja y un age tofu (tofu frito relleno de queso). Luego, sí, es hora del plato principal, el ramen. Un fantástico tonkotsu ramen, con un caldo muy limpio y lechoso hecho a base de huesos de cerdo, condimentado con el fermento residual que queda de la salsa de soja casera que hacen en Kuda. Ese caldo suma fideos alcalinos caseros y fetas de bondiola cocinada con soja, ajo, jengibre, sake y mirin; también un huevo oscuro de yema cremosa, cebolla de verdeo, pack choi y aceite de cebolla quemada. El resultado es un ramen adictivo, calórico e invernal.

Nen Ramen abre solo lunes con dos turnos fijos a modo de pop up. El resto de la semana se puede pedir la sopa para llevar a casa; viene separada en sus partes, para calentar y armar en el momento. Un nuevo indispensable en la ciudad.

Nen Ramen queda en Paraguay 3521. Horario de atención: lunes a las 20 y 21.45 (solo con reserva); take away de martes a sábados de 19 a 22:30 por Paraguay 3510. WhatsApp: 11-6730-6532. Instagram: @nen.ramen.