Hay quienes ponen en duda eso de que una imagen vale más que mil palabras, dado que siempre interviene la subjetividad de quien mira. Tal vez sea así en la mayoría de casos, pero hay excepciones. El dibujo de tapa de Caminos sin tiempo, segundo disco del trío Aura!, se cuenta entre ellas: un piano, un contrabajo y un bombo enterrados en tierra seca, con unos cerros nevados detrás, y vegetación abundante delante. Impecable descripción y síntesis de lo que este trío es y hace: folklore americano, de la tierra, imbuido en músicas académicas, casi a iguales dosis. “No se le puede poner límites en la música. Se puede tratar de planear un resultado, pero al final podemos ver que uno llega al resultado porque pone en la música lo mejor de lo que es, y lo que fue”, es la explicación que da el pianista y compositor Popi Spatocco, como primera aproximación a la alquimia. La segunda proviene del que clavó el bombo en la tierra: Facundo Guevara. “Tratamos de aunar las diferentes vertientes sin perder la identidad folklórica, pero lo que prevalece es el color argentino y latinoamericano”.

La tercera definición le corresponde al contrabajista de la sinfónica del Colón, Ricardo Cánepa. “Tomamos los elementos técnicos de las músicas que nos interesan para desarrollar la nuestra. Estamos convencidos de la profunda riqueza sonora de esta región, y orgullosos de la identidad que genera”, desarrolla. El disco presenta doce piezas instrumentales concebidas en distintos puntos de la patria grande (Tucumán, Mendoza, Río de Janeiro, Mar del Plata, Montevideo, La Rioja, Latacunga), que el trío mostrará hoy a las 21 en La Usina (Caffarena 1). “Desde su título, este trabajo refleja el andar los caminos ejerciendo el oficio de músicos. Tanto en el sentido geográfico como en el artístico, esos caminos fueron transitados, gastados por muchas generaciones, y por eso concebimos de forma natural un mapa muy amplio, una Patria Grande que hemos recorrido”, señala el mendocino Guevara, que hizo parte de ese camino junto a Mercedes Sosa, Liliana Herrero, el Chango Farias Gómez y Raúl Carnota, entre muchos. “El título alude a que la música se va desarrollando a través de generaciones, y uno anda por caminos que otros abrieron antes. La belleza que esas obras encuentran son inmutables en el tiempo, siempre nos esperan y nos significan”, agrega Spatocco, el jujeño que fue pianista y arreglador de la Negra Sosa durante dos décadas y media.  

–Hay una dimensión de lo temporal que anuda la intención de ambos trabajos. El primero se llamó Tiempo latente y éste Caminos sin tiempo. ¿A qué factores obedece la recurrencia?

Facundo Guevara: –A que en Tiempo Latente ya trazamos el estilo, la estética del trío. Una música argentina, latinoamericana, con influencias contemporáneas universales, y composiciones originales. Ese disco fue nuestra forma de entrar “al ruedo”. Y Caminos sin tiempo es un trabajo encarado ya con el proyecto en funcionamiento, giras juntos, muchos conciertos, varios con orquestas de cámara y sinfónicas, y un conocimiento mutuo mucho mayor.

Aura!, arenga criolla que insta a “entrar en acción ya”, no suele recrear versiones de otros, pero plantea excepciones. De las doce piezas de Caminos..., dos son “ajenas”: “Chacarera del ’55”, de los Hermanos Nuñez, y “Yendo de la cama al living”, de Charly García. ¿Por qué Charly? Contesta Guevara: “Porque  es una pintura urbana de la soledad, y el desamor. Y musicalmente es descomunal... lo versionamos con mucho cariño y respeto”. ¿Por qué los Nuñez? Sigue respondiendo Guevara: “Porque la ‘Chacarera del ’55 siempre nos fascinó por su rareza e imaginación. Fue muy estimulante trabajar sobre el espíritu de la composición, y aportar una nueva versión a las muchas que hay. Es una genialidad de esos tucumanos, una obra muy completa en letra y música.”

–¿Hay alguna razón para que las piezas sean instrumentales, o podrían “cambiar la estrategia”?

Popi Spatocco: –La idea es trabajar sobre la potencialidad expresiva de la música instrumental, y a su vez, darnos un lugar de experimentación y crecimiento como instrumentistas. Hicimos experiencias con cantantes en vivo, pero quisimos reafirmar el sonido del trío instrumental.

F. G.: –Nuestra apuesta desde el comienzo fue hacia la música instrumental. Es el lenguaje que nos identifica, donde aflora todo el camino recorrido, las sensibilidades y las influencias. Permite una clara escucha de los instrumentos y el empaste hacia la composición. Aunque los tres hemos tocado y seguimos tocando con grandes figuras del canto, y no descartamos contar con alguna participación en un próximo disco.

Ricardo Cánepa: –Queríamos asentar ese combo artístico, que en verdad no necesita nada más, porque funciona como una pequeña orquesta en la que exploramos las texturas y los colores que nos inspira el paisaje americano.