Una ola de calor prematura para esta época del año siguió azotando este viernes a varios países europeos, alcanzando los 44ºC en España, donde los incendios forestales obligaron a cientos de personas a abandonar sus hogares tras una semana de elevadas temperaturas. El calor está en consonancia con las advertencias de los científicos de que estas olas serán más intensas y llegarán antes de lo habitual, a consecuencia del cambio climático.

El mercurio también subió en Francia, donde las temperaturas deberían acercarse a los 40ºC el sábado, y en Reino Unido, que registró el día más caluroso del año, cuando el continente se apresta apenas a entrar en el verano boreal.

En España, los incendios forestales calcinaron casi 11.000 hectáreas en la Sierra de Culebra, al noroeste del país. "Hay ocho municipios evacuados y 317 vecinos desalojados" en esa zona montañosa cercana a Portugal, añadió el gobierno regional de Castilla y León. 

También fueron evacuadas más de 3000 personas del parque de atracciones Puy du Fou, cerca de Toledo (centro), por otro fuerte incendio forestal. En total, 2500 visitantes, 700 empleados, las 200 aves, los 55 caballos y el resto de animales fueron evacuados y ninguno sufrió ningún daño, detalló la dirección del parque.

Los bomberos luchaban también contra los incendios en bosques de Cataluña (noreste).

Las temperaturas superaron el viernes los 35ºC en la mayor parte del país y en la provincia de Jaen, en el sur, alcanzaron los 44ºC. "Estamos ante temperaturas que ya no son una anécdota", dijo el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, en una conferencia en Madrid en ocasión del Día mundial de lucha contra la sequía.

En Francia, más de dos tercios de los departamentos se encontraban en los dos máximos niveles de alerta por calor y en gran parte del suroeste los termómetros se acercaron o superaron los 40ºC.

"¡Estén atentos! Hidrátense, permanezcan en lugares frescos, digan cómo van y pregunten a sus allegados", tuiteó la primera ministra Elizabeth Borne.

Matthieu Sorel, climatólogo de Météo France, explicó que "se trata de la ola de calor más precoz registrada en Francia". En los departamentos con nivel de alerta "roja" se pidió a los escolares que se queden en casa. El experto estimó que este tiempo es un "marcador del cambio climático".

La ola de calor se extendió desde el norte de África a España y Francia, pero también afecta a Italia e incluso al Reino Unido.

Varias ciudades del norte de Italia anunciaron el racionamiento de agua y la región de Lombardía, en el norte, podría declarar el estado de emergencia, ya que una sequía récord amenaza las cosechas.

Por tercer día consecutivo, el Reino Unido registró su jornada más calurosa del año, con temperaturas que superaron los 30ºC a primera hora de la tarde. 

En Francia se tomaron medidas especiales en las residencias de ancianos, todavía marcadas por la mortal ola de calor de 2003. Los edificios se rocían con agua para refrescarlos y se rota a los residentes en habitaciones con aire acondicionado. En algunas regiones se redujeron los límites de velocidad, incluyendo los alrededores de París, para limitar la concentración de smog u ozono nocivo por el calor.

"Como consecuencia del cambio climático, las olas de calor empiezan antes", dijo Clare Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en Ginebra. "Lo que estamos presenciando hoy es, por desgracia, un anticipo del futuro", si las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera siguen aumentando y empujan el calentamiento global hacia los dos grados respecto a los niveles preindustriales, agregó.

El calentamiento global provoca sequías y acelera la desertificación en muchas regiones del planeta, declaró el secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), Ibrahim Thiaw, en la conferencia de Madrid. "No hay lugar en la Tierra donde esconderse (...) Ningún país, rico o pobre, está al abrigo", aseguró.