El 17 de junio pasado, en el marco de la conmemoración del fallecimiento del héroe gaucho Martín Miguel de Güemes, dos jóvenes actores, vestidos de Infernales se besaron en la plaza 9 de Julio, frente a la Catedral Basílica de la ciudad de Salta. La escena fue viralizada mediante un video en redes sociales y suscitó polémica entre quienes apoyaban esta acción y quienes se indignaban.

El presidente de Orgullo Salta, Nelson Lopez Díaz, contó a Salta/12 que la intervención de los actores fue para mostrar la diversidad en los fortines, indicó que habían sido convocados por el equipo del sitio digital DataSa. "Desde nuestro espacio vemos que es un gran gesto para generar el debate y promocionar las nuevas masculinidades", expresó.

"Hay que colmar las calles de besos diversos para que se vuelva cotidiano. Lo que no se ve es raro”, aseguró López Díaz. Señaló por ello la importancia de visibilizar la diversidad en los diferentes ámbitos, tales como el de los fortines y mencionó otros como la religión, las fuerzas de seguridad y el fútbol.

Por otro lado, López Díaz aclaró que en ningún momento la performance pretendió burlarse de la memoria del general Güemes. “Se trata de una hermosa coincidencia. En junio celebramos el mes del orgullo y también recordamos el aniversario de fallecimiento del héroe salteño que luchó con y por las minorías. Con este tipo de acciones se busca manifestar la existencia y visibilizar la diversidad en todos los sectores de la sociedad; diversidad que muchas veces es negada para tapar la realidad", manifestó.

“Para mí ver el beso entre los/les gauchos fue maravilloso porque es el símbolo (el gauchaje) de una sociedad salteña heterosexual, machista, patriarcal. Entonces, ese beso rompe con todo lo que tiene impuesto”, dijo a Salta/12 la activista lésbica integrante de la Red LGBTIQ+ Salta Memoria y Activismo, Inu Yaku Veleizán.

Para Veleizán, el “beso infernal” cuestiona el estereotipo de la “hombría” de los gauchos de Güemes, rompe la hegemonía heterosexual que existe en la provincia, “fue un beso disidente, diverso, de amor, de existencia, de acá estamos los putos, les putes, las putas, las maricas, las trabas, las tortas”.

Sostuvo asimismo que para cambiar la estructura hegemónica heterosexual en esta sociedad patriarcal es necesaria la Educación Sexual Integral y una educación inclusiva en la "se hable sobre las diversidades o disidencias sexuales”; de que “cada existencia puede elegir su identidad de género” y “no se discrimine por orientación sexual, ni identidad de género o ancestral, por ser indio o afrodescendiente”. Y señaló la necesidad de políticas públicas para la diversidad sexual y también de publicidad para que se hable sobre estas temáticas.

Para López Díaz, “ya quedó atrás el estereotipo del hombre fuerte que no llora; hombres viriles e independientes que fueron parte de la naturalización de la violencia. Hoy podemos expresarnos con amor, sensibilidad y empatía". Y para mostrar todo eso fue el beso infernal.