La crisis del servicio de taxis en la ciudad de Rosario es multicausal, pero básicamente los cambios que necesita el sistema para mejorar encuentran resistencia en muchos de los actores -sean choferes o titulares de chapas- y es determinante el control que ha ido resignando el estado a lo largo de los años. También hay intereses ocultos que se niegan a modificar un statu quo que los beneficia como la obligatoriedad de contratar un determinado servicio de radiotaxis. Hay chapas que tienen la obligación de circular las 24 horas y otras 16 horas al día, se nota en la calle que estos parámetros no se están cumpliendo. La concejala Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular) está trabajando una batería de proyectos para "defender el servicio, porque si sigue así los usuarios se lo van a llevar puesto", dijo la edila en referencia a que será difícil seguir frenando el desembarco de aplicaciones que se utilizan para el traslado de personas. 

Gigliani entiende que es "un tema multicausal, hay taxistas que te dicen que les va muy bien y que no dan abasto para hacer viajes; y otros que te dicen que se funden porque no les alcanza. Acá hay algo de la historia que no termina de cerrar", señaló. Y agregó que "una de las aristas tiene que ver con el control por parte del Estado porque hoy hay chapas de taxis que tienen que estar dando vueltas las 24 horas y otras que tienen que estar 16 horas. Entonces no puede ser que falten taxis en Rosario, si no hay es porque hay gente que recauda más o menos lo que necesita en el día y guarda el auto en su garage".

Para la concejala de Iniciativa Popular, "también lo que hay que cambiar la postura del taxista. A veces hablan como si fueran una empresa privada y la verdad es que es un servicio público impropio. Cuando yo me someto a la licitación de una chapa de taxis en Rosario lo hago en el marco de reglas que están preestablecidas y me tengo que someter a esa regulación".

-¿Qué pasa con los peones de taxis que tienen que contratar los titulares de la licencia?- le consultó Rosario/12.

-Esa es otra cuestión. Hay titulares que no tienen directamente peones, lo cual me parece que no se puede sostener porque tienen que registrar trabajadores; y por otro lado cuando revisamos el actual registro llama la atención que tenés a una persona anotada en tres chapas distintas. La pregunta que me hago es ¿en qué horarios trabaja esa persona? que sería muy fácil de corroborar. Y por otro lado me encuentro con peones que están trabajando 16 horas al día y por eso hay un aumento de la siniestralidad, porque no tienen a nadie que lo releve- apuntó Gigliani.

La concejala es consciente de que "hay una situación de inseguridad y que generalmente a los peones se lo pone de noche, no es fácil manejar plata arriba del taxi. Y ese es otro de los puntos porque no podemos avanzar en la digitalización del pago, no puede ser que hoy podes ir a una farmacia y pagar con Billetera Santa Fe y que siga siendo imposible pagar un taxi en forma digital", afirmó. 

"Hay muchas cuestiones en las que se puede mejorar el servicio pero necesitamos a los actores acompañando esas modificaciones", aseguró Gigliani y apuntó que "yo soy una concejala que tiene la libertad de trabajar, no tengo intereses creados en el sistema y a mí nadie me banca una campaña electoral. Lo hago de la mejor buena voluntad con las propuestas que entiendo pueden mejorar el sistema", apuntó y dijo además que "los concejales tenemos que dejar de quejarnos de lo que nos pasa y laburar para modificar esa realidad que no nos está gustando".

-Pero, ¿por qué es tan difícil avanzar con las regulaciones en el servicio?

-Noto que siempre hay una resistencia a plantear modificaciones al sistema que son las que irían mejorando la calidad. Porque la gente, si esto sigue así, se va a llevar puesto al sistema. Una defiende el sistema de taxis frente, por ejemplo a la llegada de Uber, pero todos tenemos que colaborar para que el servicio sea mejor. Porque Uber en Buenos Aires fundió al sistema de taxis y además aumentó notablemente su valor desde que comenzó a operar.

Gigliani sabe que "no es fácil conseguir choferes porque están mal pagos, porque hay una mala registración de los mismos y por el tema de la seguridad". Y plantea que "es un secreto a voces que mucha gente es titular de una chapa de taxis pero la subalquila, lo cual no está permitido. Se han generado distintos usos y costumbres a lo largo de los años y que hoy hacen que el servicio sea muy deficiente".

Es necesario que "el municipio asuma un rol de mayor control porque cuando nosotros planteamos la eliminación de la obligatoriedad del sistema de radiotaxis, porque el monitoreo no lo puede tercerizar el estado, hubo una gran resistencia. Cuando la municipalidad somete a los taxis a revisión lo primero que miran es si pagaste o no la radio cuando sería más importante verificar si ese trabajador o trabajadora está registrado o no", dijo la concejala. Y agregó que "el planteo que también hago es que las empresas de radio se disputen entre sí el mercado, si no es muy fácil tener un mercado cautivo. Es un gran negocio para los que tienen la empresa de radio", concluyó.