A poco más de un año de que comience a definirse el futuro político del país, la interna de Juntos por el Cambio y, más específicamente, del PRO, se intensificó de la mano de sus dos figuras más relevantes en la actualidad: el expresidente y fundador del partido, Mauricio Macri, y el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Los mensajes cruzados marcaron una semana intensa dentro de la interna y la Provincia de Buenos Aires se convirtió en escenario de la disputa abierta.

Si bien todavía no hay certezas respecto de si Macri será finalmente candidato para intentar volver a la Casa Rosada el año que viene —luego de varios coqueteos con la idea de un nuevo mandato o un “segundo tiempo”—, lo que sí está claro es que el ex mandatario no quiere perder su centralidad en el proceso electoral y su poder para subirles o bajarles el pulgar a posibles candidatos.

Con este objetivo en mente fue que reapareció la última semana en La Plata, donde recorrió obras del arroyo El Gato, realizadas para evitar inundaciones. Durante la visita, Macri estuvo acompañado por el intendente local, Julio Garro; la ex gobernadora de la provincia y actual diputada por la Ciudad de Buenos Aires María Eugenia Vidal; y el también diputado nacional Cristian Ritondo.

Aunque tampoco definió qué hará en 2023 --dijo que le interesa ir por la Presidencia, pero también que no descarta dejar pasar la próxima elección--, Vidal viene recorriendo distintas provincias para posicionar su imagen pública, todo indica que con el visto bueno de Macri. Ritondo, por su parte, es el elegido por la exgobernadora para ser el candidato del PRO a conducir la provincia y suceder a Axel Kicillof. 

Desde la otra vereda interna, Rodríguez Larreta se muestra como la figura fuerte del PRO a disputar la candidatura a presidente --la tercera en discordia sería Patricia Bullrich--. La apuesta del jefe de gobierno porteño en la Provincia de Buenos Aires se llama Diego Santilli.

En este escenario, y frente a la irrupción de Macri en el mismo territorio —que se sucede a otra aparición que hizo hace algunas semanas en Lanús junto al intendente local Néstor Grindetti, otro aspirante a gobernador fuera del radar larretista—, Rodríguez Larreta intentó marcar la cancha y ganar protagonismo con varias acciones. La primera fue presentar en la Ciudad un plan para que 34 ciudadanas y ciudadanos que nunca han incursionado en la política puedan ser candidatos, a partir de la iniciativa llamada Listas Abiertas. Estas personas tendrían lugar en las listas para ocupar lugares en la Legislatura porteña y en las comunas de la ciudad.

El proyecto, cuya promoción ya puede observarse en las calles de CABA, fue cuestionado por los “halcones” del PRO, referenciados en Bullrich, que aclararon que nadie los había consultado.

Otro embate de Rodríguez Larreta fue una demostración de fuerza en Pilar, al reunirse con unos 30 dirigentes del PRO de la primera y tercera sección electoral, donde se concentra la mayor cantidad de votantes. Estos municipios —entre ellos Quilmes, Ituzaingó, Hurlingham, Lomas de Zamora, Berazategui, José C. Paz y otros— son clave en la estrategia presidencial del mandatario porteño, y se trata de intendencias donde Juntos por el Cambio hoy es oposición pero de los cuales obtuvieron el 49 por ciento de los votos logrados por la alianza en 2021.

Desde la facción larretista todavía consideran que Macri finalmente no jugará en la elección presidencial, pero que intentará condicionar al jefe de gobierno porteño lo más que pueda en su intento de que el PRO tenga una fórmula tan parecida como sea posible a lo que el ex presidente interpreta como idea del “cambio”. Tras una semana tensa, la pulseada entrará en un cuarto intermedio en los próximos días: Rodríguez Larreta viajará a Israel, donde se mostrará como presidenciable en un destino donde hace poco estuvo Santilli. También Macri estará fuera del país, irá rumbo al Caribe, donde dará unas charlas programadas en Puerto Rico y otros destinos.