Desde el Poder Ejecutivo se pronunciaron sobre la situación de injusticia que vive la dirigente social Milagro Sala, apresada hace casi siete años en la provincia de Jujuy, y actualmente internada por una trombosis, mientras es custodiada por policías al lado de su cama. El presidente Alberto Fernández se comunicó este martes con los médicos de Sala y con sus allegados, y se manifestó "preocupado" por su estado de salud, así como por su situación judicial. "El Presidente está preocupado y en permanente contacto", informó la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti. En cambio, el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti reclamó a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y a las autoridades judiciales de Jujuy "que se dispongan las acciones necesarias para frenar el hostigamiento contra Milagro Sala" y denunció que el gobernador de la provincia, Gerardo Morales, "la quiere muerta".

"Como expresó en reiteradas oportunidades el Presidente, y como dijo cuando la fue a visitar, Milagro Sala está sufriendo una cárcel injusta, que no tiene ningún viso de legalidad", sostuvo la vocera presidencial. En ese sentido, añadió que el Presidente considera que "debe resolver inmediatamente la Corte Suprema de Justicia, que tiene esa causa y no hace nada par avanzar". "El deterioro de salud de Milagro tiene que ver también con esta prisión injusta a la que sigue sometida. El Presidente ha denunciado esta situación en múltiples oportunidades y lo seguirá haciendo porque considera que no hay ninguna razón, ni siquiera por las cuestiones por las que se la acusa para que lleve seis años detenida sin ningún viso de legalidad", añadió la portavoz en diálogo con Télam.

El secretario de Derechos Humanos, luego de presentar el reclamo ante la Corte, expresó en diálogo con AM750 que "tenemos que generar entre todo el arco político y dentro del Fdt una presión importante para visibilizar esto ante la mayor parte de la sociedad y que se tome una medida clara para frenar esta persecución judicial. Todos sabemos cómo se llevaron adelante las acciones arbitrarias y no podemos mirar para otro lado". "Tenemos la responsabilidad política y moral de hacer algo con la situación de Milagro porque está en riesgo su vida", resaltó.

El escrito que compartió la Secretaría de DDHH consigna que "desde el momento de su internación, Milagro es acosada por miembros de las fuerzas de seguridad locales, que le impiden tener cualquier tipo de intimidad con el personal médico y con su familia. Los policías no se limitaron a aguardar en las puertas de terapia, sino que permanecen armados, al lado de su cama, y realizan constantes preguntas tanto a sus allegados y al personal de la clínica. Sus abogados defensores denunciaron también que le han tomado fotografías y la han filmado". En esa línea, agregaron que "la situación de Milagro Sala es una de las principales preocupaciones en materia de derechos humanos en Argentina".

Pietragalla Corti detalló que "como secretaría de DDHH verificamos que el hostigamiento nunca paró. Ni siquiera los genocidas de lesa humanidad tienen policías en la puerta que registran quien entra y quien sale. Hay claramente una saña política por parte del gobernador y eso lo venimos denunciando desde el primer momento. Fue la primera causa de lawfare y todavía continúa".

La semana pasada la Tupac Amaru realizó una movilización hacia el ministerio de Justicia de la Nación denunciando presiones de Morales. En esa ocasión, el coordinador de la agrupación, Alejandro "Coco" Garfagnini, apuntó contra el Presidente: "en un Gobierno peronista no puede haber presos políticos", dijo en diálogo con AM750. El dirigente contó que fueron recibidos por el ministro de Justicia, Martín Soria y que en la reunión plantearon que "falta decisión política" para avanzar con la libertad de Sala. "Hemos puesto el cuerpo para que este Gobierno llegue a la Casa Rosada, lo mínimo que esperábamos era no tener rehenes del macrismo en las cárceles", dijo.

El Presidente mencionó el caso de Milagro Sala en varias oportunidades. El ocho de febrero de 2021 dijo en diálogo con Página12 que "hay un caso de lawfare y es el de Milagro Sala, que fue perseguida por la justicia jujeña con una finalidad política y le están haciendo padecer una detención absolutamente impropia”. El nueve de diciembre de ese año señaló en un acto de Derechos Humanos que "hablo con Milagro y pienso permanentemente en lo que le pasa”, a lo que añadió que “siempre voy a estar trabajando al lado de los que están injustamente presos, pero el sistema institucional argentino no pone en mis manos la suerte de todos ellos”.

El 31 de diciembre de 2016, cuando aún no estaba ni siquiera en los planes de Fernández ser Presidente, visitó a la dirigente social en Alto Comedero. Luego de ese encuentro, Fernández afirmó que la detención de Sala “es arbitraria”, y que ofrecía "su solidaridad". Tras visitar a la dirigente en vísperas de Año Nuevo, Fernández dijo que "creo profundamente injusta esta detención. No estamos en una dictadura, pero los gobiernos democráticos también comenten excesos y hacen lo que no deben hacer”.