Gustavo Solís atraviesa su segunda gestión al frente de la Municipalidad de Rosario de la Frontera, por lo que ya se instaló como uno de los hombres de peso del Frente de Todos en el sur de la provincia. 

De visita en la Ciudad de Salta, el jefe comunal dialogó con Salta/12 sobre la posibilidad de que los intendentes se hagan cargo de los planes sociales, la reconversión del trabajo en la pospandemia y sus aspiraciones políticas a futuro, dado que su nombre suena como posible candidato a gobernador.

-¿Está de acuerdo con que las organizaciones sociales dejen de manejar y distribuir los planes sociales y pasen a la órbita de los intendentes?

-No es conveniente generalizar. En el caso de nuestra ciudad, hay organizaciones que trabajan de buena manera y los beneficiarios de los planes tienen tareas asignadas, ya sea con trabajo en el Estado, en alguna escuela o en algún espacio, como así también en la cuestión social como es lo productivo y lo comunitario. Hay otras que no, donde evidentemente su único objetivo es tener la mayor cantidad de planes. No me parece desacertado lo que dice la vicepresidenta, en un contexto donde los que tenemos territorio somos los municipios, o sea los intendentes, y seamos quienes podamos encontrar un camino más equilibrado entre lo que es la generación de empleo y la generación de servicios, y brindarle asistencia social a los sectores más vulnerables.

-En su caso particular, ¿cómo es la relación con las organizaciones sociales?

-Tengo muy buena relación, salvo una o dos que naturalmente siempre se oponen a todo lo que uno haga, porque el negocio de ellos es oponerse por el simple hecho de ser oposición. Lo importante es que hay diálogo, algo que caracteriza a nuestra gestión, por eso nos sentamos en una mesa y los ayudamos con proyectos productivos y sociales, donde cada una de las organizaciones con las que trabajamos tiene un comedor a su cargo y nosotros fiscalizamos el funcionamiento a través de visitas al territorio. No nos resulta extraño hablar en estos términos, porque sabemos que con buena predisposición es una actividad que se viene desarrollando en nuestro municipio. Hay algunas organizaciones que tienen trabajadores en las escuelas o en otro tipo de tareas, y si esta es la nueva regla de juego, estamos dispuestos a sentarnos a coordinar el funcionamiento de cada una de ellas.

-El presidente del Foro de Intendentes, Daniel Moreno, considera que lo mejor sería que los intendentes manejen los planes sociales para poder tener mayor mano de obra en los municipios, ¿comparte?

-Yo no coincido en que es lo mejor que nos podría pasar, sino que lo mejor que nos podría pasar es que esta gente tenga trabajo genuino y formal, fundamentalmente en el sector privado. Si eso no fuera posible, lo que queda sería bueno que lo absorbamos desde los municipios, pero somos conscientes de que la crisis laboral y económica, tanto a nivel nacional e internacional, ha empujado a que tenga que haber más planes y asistencia. El gobierno estuvo presente y es lo que tienen que hacer los gobiernos en los momentos difíciles, pero también hay que pensar en el día de mañana, porque es insostenible el déficit fiscal del Estado o cuestiones como la inflación y la suba de precios que nos están complicando a todos los argentinos, sin mencionar el desabastecimiento de combustible. Tenemos que tener un plan para formalizar estos planes para ir reduciéndolos en los próximos años.

-Históricamente las municipalidades fueron vistas como bolsas de trabajo, fundamentalmente en el interior, ¿cómo se reconvirtió Rosario de la Frontera luego de la pandemia?

-Nosotros apostamos mucho al turismo. Los niveles previos a nuestra gestión, estoy hablando del año 2015, eran paupérrimos, ya que Rosario de la Frontera no existía en materia de turismo, salvo el Hotel Termas que tenía algún tipo de comercialización o promoción de oferta. Hoy tenemos un nivel de actividad turística que nos pone entre los 4 o 5 destinos principales de la provincia porque hemos crecido en la oferta y estamos creciendo en materia de emprendedurismo. Desde el municipio gestionamos alrededor de 5 millones de pesos para proyectos productivos, y ahora estamos incorporando 24 millones de pesos de Nación para un banco de herramientas. Estamos apoyando la actividad comercial a través de programas como ‘Rosario Reactiva’, la tercera semana de cada mes, lo que hace que tengamos un alta de comercios en Rentas de alrededor de 300 a 400 nuevos por año. También estamos apostando a la generación del valor agregado en origen, ya sea a través de los grandes emprendimientos como sucede en el parque industrial, donde estamos a escasos meses de terminar la primera etapa para que se puedan radicar las primeras empresas.

-¿Y con el tema cooperativas están trabajando?

-Tenemos proyectos con el tercer sector, como, por ejemplo, una cooperativa textil a la que le hemos reabierto las puertas y que va a dar la posibilidad de que trabajen más de 30 personas en tres turnos distintos. Igual el tema cooperativas ha tenido alguna mala experiencia en Rosario y eso ha hecho que algunos rosarinos tengan miedo cuando se habla de eso, pero estamos trabajando con algunos sectores para cooperativizarlos.

-En Salta capital, la intendenta Bettina Romero pidió una autorización al Concejo Deliberante para salir a tomar un crédito para obra pública, ¿cómo está su municipio en ese sentido?

-Nosotros no estamos a favor de tomar deudas, sino que creemos que hay que buscar la estabilidad fiscal, no obstante esto es muy genérico, y hay que ver cuál es el fin determinado de ese empréstito que salió a pedir Bettina. Si es una inversión que va a traer un beneficio a futuro, el costo beneficio seguramente es bueno, pero si es para cubrir gastos corrientes o para hacer política, yo no recomiendo hacerlo. En nuestro caso, nosotros tenemos absoluta estabilidad fiscal, con un presupuesto de casi 100 millones de pesos en recursos propios para obra pública, sumado a que sostenemos esquemas de apoyo al sector privado con un programa de microemprendimientos, transferencias al tercer sector, programas de becas estratégicas, becas y escuelas deportivas o talleres culturales que se sostienen con recursos municipales. Ahora, y lo digo como contador, sí veo con preocupación que estos últimos meses se han incrementado mucho los gastos y poco los ingresos, entonces eso nos lleva indefectiblemente a tener un fin de año un poquito más apretado.

-¿Lo afectó la escasez de gasoil?

-Por un lado, lo que tiene que ver con el sector privado, en principio preveíamos que iba a afectar la producción, donde hoy nos encontramos en época de cosecha y se demanda mayor cantidad de combustible, al igual que en el sector de transporte. Con el transcurrir de las semanas, vimos que también se complicaba el sector turístico, ya que se cayeron muchas reservas el fin de semana largo por la falta de combustible, y este último fin de semana donde fuimos anfitriones del campeonato argentino de enduro, muchos participantes no pudieron llegar por ese motivo. En lo que tiene que ver con lo público, también nos está perjudicando porque en este comienzo de semana solo nos hemos movido con la recolección de residuos, ya que no tenemos un litro de gasoil para otro tipo de actividades, así que estamos a expensas de que llegue el combustible a Rosario de la Frontera.

Los tiempos de la justicia 

-¿Qué tiene para decir en relación a las cuestiones judiciales que atraviesan su gestión?

-Bueno, sobre el procedimiento judicial que hubo hace algunas semanas, me parece normal que la justicia investigue y avance. Lo que sí me ha parecido es una sobreactuación por la forma en que lo hicieron, ya que es sabido que nuestro municipio cada vez que ha recibido un oficio o requerimiento de información, lo hemos aportado sin ningún problema. Siempre mi mirada y la bajada de línea a todos los funcionarios, sobre todo al área de legales, es que seamos colaboradores de la justicia. No obstante esto, nosotros damos vuelta la página y estamos muy involucrados en la gestión, y esperamos que los canales de la justicia se resuelvan a través de los abogados. También somos conscientes que por nuestra posición política, seguramente estamos bajo la lupa de una justicia que en algunos casos pareciera tener los tiempos de Suiza, y en otros los de Namibia, pero bueno, después de unos años de experiencia ya sé cómo funciona esto.

-¿Se refiere también al informe que instaló en su momento la Auditoría General de la Provincia por algunos supuestos desmanejos en su gestión?

-En realidad nunca hubo ningún informe, sino que fue un auditor que, avalado por algún sector, salió a hablar y a poner en duda mi reputación y mi gestión, pero muestra de eso es que tenemos un municipio ordenado, que no pide anticipos, que paga sus cuentas y tiene estabilidad fiscal y crecimiento. Yo respondo con hechos y no con palabras, porque para algunos es fácil sentarse en un micrófono y hablar mal del otro, total hay toda una vida para restablecer el prestigio de uno, algo que en definitiva uno lo termina demostrando tarde o temprano.

-¿Cree que todas estas acciones judiciales tienen que ver a que no forma parte de la riñonada del gobernador, Gustavo Sáenz?

-No todas, pero sí hay algunos sectores de la justicia del sur provincial que evidentemente no han entendido que acá el camino de construcción es con todos. Nosotros tenemos un acercamiento con el gobernador y venimos trabajando en muchos proyectos, pero algunos trabajan algunas cuestiones a través de la política y demuestran inacción en otros casos. Es gente que trabaja a medias la mayoría de su tiempo y con algunos casos les agarra desesperación.

-¿Qué opina del pedido de desafuero de uno de los representantes de su departamento, Gustavo Orozco?

-He visto esa noticia en las últimas horas, pero no tengo mucha información al respecto. Si la justicia lo pide, es porque tendrá algunos elementos para avanzar en tal sentido. Ahora quedará en los legisladores ver qué acción determinan, y si respetan los fueros o dan lugar a la justicia.

-¿Qué siente cuando su nombre suena como posible candidato a gobernador por el Frente de Todos?

-Siento mucho orgullo y mucho honor en que mis pares me pongan en ese lugar y que mi sector político hable de mi nombre. Eso tiene que ver con la gestión, porque yo no vengo de una vasta experiencia o una carrera política como para que mi nombre sea mirado por algunos sectores. Igual creo que es medio precipitado hablar de política y de una posible candidatura mía. Recién llevo seis años de gestión, antes no participaba en política, y estamos muy compenetrados en cerrar un buen ciclo en la intendencia con, por lo menos, 10 años de gestión que son necesarios para que una gestión tenga un impacto a través de políticas públicas. Vamos a seguir trabajando y dispuesto a lo que la política y mi espacio me demande.