El fenómeno cultural que representa en el país Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota –o Los Redondos, mejor- dio lugar a un sinfín de expresiones artísticas y lecturas que intentan capturar la esencia del mito: documentales, libros, bandas tributo, conciertos sinfónicos, exposiciones plásticas y hasta conferencias y cursos. Pero posiblemente no haya registro de obras teatrales que retraten la historia del grupo. Por eso, Una obra Redonda es una experiencia que se propone suplir ese “vacío”: contar a Patricio Rey a través de una obra de teatro que se nutre con performances, rutinas, acrobacias, audiovisuales –cedidas por el propio Rocambole-, relato histórico y música en vivo. La obra se presentará el 9 de julio a las 20.30 en el teatro Xirgu Untref (Chacabuco 875), una de las primeras salas porteñas donde tocó Patricio Rey. “La idea es ratificar que es un fenómeno cultural, repasar parte de la historia y seguir celebrando a Los Redondos”, resalta Fernando Casas, guionista y uno de los actores de la obra.

Con dirección de Verónica Fucci, producción artística general de Leonardo Melis y producción ejecutiva de Gerardo Anchava, el espectáculo –con más de veinte artistas en escena- se propone recrear de manera cronológica momentos destacados y "conmovedores de la historia redonda": los años de la dictadura cívico-militar en que se gesta la banda, la presentación de Gulp! (1985), el contexto en que ve la luz Oktubre (1986), la muerte de Walter Bulacio durante los shows en Obras (1991), la suspensión del recital de Olavarría (1997), los incidentes en River y el final del grupo. Un periodo que abarca desde 1976 hasta 2001. “En la primera parte lo que hacemos es recrear un monólogo de Enrique Symns, el personaje de Mufercho, Monona y después nos jugamos a intervenir con danza clásica, trapecio y teatro alguna canción”, adelanta Casas.

“En pandemia me sentaba desde la medianoche hasta las cuatro de la mañana a cranear el guión e iba descubriendo perlitas, por ejemplo, escuchando conciertos históricos como el de Stud Free Pub o el de La Esquina del Sol (1985)”, cuenta el también periodista. “Los Redondos siempre supieron que estaban en una dictadura, por qué no editaron un disco hasta 1984 y por qué sus fiestas eran semiclandestinas”, desmenuza Casas sobre algunos asuntos que intenta revelar la obra. “Y hasta me desvelaba saber cómo puteó la Negra Poli en el ‘85 cuando se le cae de un día el otro el Teatro Astros porque tenía prioridad un show de Valeria Lynch”, se ríe.

La función del sábado en el Xirgu tendrá, sin dudas, un condimento especial. Es que Los Redondos se presentaron allí dos veces, en 1979 y 1982, en plena dictadura. En ésa época, el teatro se denominaba Margarita Xirgu y era una pieza clave de la contracultura porteña. “En una de ellas no estuvo el Indio y cantó el Negro Fontova”, cuenta Casas. “Va a ser una función especial porque era un lugar que buscábamos. En el registro del show de 1982 ya se escucha que hay una monada fiel y Symns interviene entre los temas. Ahí también se proyectó hace un par de años la película El alucinante viaje de Patricio Rey”, contextualiza.

Según cuenta, varios ex integrantes del grupo le dieron el visto bueno al proyecto, incluidos el Indio Solari, Poli y Skay Beilinson. “El Indio nos empezó a seguir cuando realizamos una escultura suya en la plaza Etcheverry de Ramos Mejía y cada tanto le pone me gusta a las publicaciones”, dice. El Instagram de la obra (@unaobraredonda), además, funciona como un archivo de la banda y se pueden encontrar perlitas, curiosidades y efemérides. “La gente a veces cree que se trata de un portal que homenaje a Los Redondos y no una obra de teatro”, dice sobre esta propuesta integral con tono revisionista.

-¿Está pensada como una obra que pueda ser disfrutada por otros públicos más allá del ricotero?

-No hace falta ser ricotero para ver la obra. Yo tiro guiños y frases de Fito Páez, Charly García, Luca Prodan, Fernando Cabrera y La Tabaré de Uruguay. También hay contexto político-deportivo y algunas referencias históricas sobre el menemato y demás. De hecho, en Monte Grande, una piba me agarra del brazo y me dice que vino con una amiga que no era ricotera. “Creí que no era ricotera. Conocía la historia de Los Redondos solo por arriba, pero ahora quiero revisitar la obra”, me dijo. La obra está para invitar a un viaje real y que te sientas adentro. Las cosas pasan arriba y abajo, es como un teatro inmersivo.

La obra, que tiene un espíritu itinerante, se estrenó en septiembre 2021 en La Trastienda y luego recorrió salas de San Justo, La Plata, Morón, Monte Grande, Lanús, el Teatro de Flores y Hurlingham -ante más de 500 personas-, entre otros. Todavía no fueron a ninguna provincia, pero es una meta próxima. “Nos han sondeado de provincias. No sería muy loco ir a Santa Fe o La Pampa. Soñamos con un micro de gira”, dice. Este colectivo artístico, además, fue noticia por lograr señalizar con un mural y placa recordatoria el bar El Polaco, de Salta, lugar donde debutaron los Redondos en enero de 1978. “Parafraseando al indio, venimos a conmover y conmovernos”, cierra Casas.