Paula Trama ya la rompe con su música liderando Los Besos y en su proyecto Susi Pirelli, junto a Inés Copertino. Pero, además es licenciada en Letras y poeta. Acaba de publicar nuevo libro: Canción, contá conmigo, por el sello independiente rosarino Ediciones Danke e ilustrado por Constanza Giuliani.

Canción, contá conmigo es un libro sexy, divertido, juguetón. Y, por supuesto, musical. Sigue las aventuras de una canción que se va a explorar. Se va de viaje psicodélico. Estos versos nos sumergen en un mundo pop que contagia la sonrisa y con el avance del poemario, nos van contando una historia. No levamos las anclas de la poesía pero los contornos se desdibujan y cruzamos, con pericia, sin pudor, la frontera de los géneros: algo de cuento por ahí, también fábula, claro que una carta de amor no podía faltarle. Y siempre, sonando de fondo, acurrucándonos, el aire melodioso de letra cancionera. La contratapa de Paula Peyseré define a este poemario como un “music hall de dibujitos animados”. 

La fantasía ilustrada viene de la mano de Constanza Giuliani, que da vida a las escenas, con dibujos alucinados y alucinantes. También sensuales y lesbianos. Dos chicas se entrelazan hasta ser un solo monstruo gozoso. Una oruga con patas se fuma uno, no viene del país de las maravillas, sale de esta travesía en verso.

Nos encontramos con poemas que parecen venir de la mente compositora y se abren como una escaleta de datita para el estudio de grabación y mezcla, como este, que dice así: “entran synthes/entran coros/salen coros/entra voz/entra base/sale synthe(…)”. ¿Son también los synthes y los coros, personajes en esta obra que entran y salen de escena, tal vez? Los imaginamos bailando en la cabeza de Paula, dándole una mano para contar.

También hay algunos en los que la canción toma la voz cantante, nos habla: “me presento /yo soy /esa canción /me conocen hace rato /seduje /mucho /no saludé /el irme /fui ingrata /y gélida /hice pis /en la pileta /no quise /que me escuchen /pinché globos /con mi pucho /de gran brasa cornuda”. ¿Y esta canción humana, quién es Paula? ¿Somos nosotras, las lectoras? Nos identificamos con una canción. Nos pegoteamos con su ritmo.

¿Momentos de poesía lírica, llena de belleza? Tenemos. “la canción larga con lluvia /y una cadena de petardos /que agrietan el asfalto brillante// vuela una banda de eufóricos gansos/que en sus patas/transportan un pasacalles raído//atraviesan el cielo/ellos y la tela/impresa con letras rellenas/tan góticas/que no llego a entender/pero traduzco:/te beso y amo”.

No nos detenemos. El viaje sigue hacia poemas que casi se salen de la página, con sus sonoras onomatopeyas y provocaciones: “y ahora /pum pum /eeeeeeeeeeeee /pum pum / eeeeeeeeeeeee /ta más enojada y más caliente que esa perra /de negra pelo duro /que pum! /al barro /que pum! /al piso /y eeeeeeeee /me saca los zapatos / mastica mis soquetes (…)”.

El material de la poesía de Trama parece venir de una nochecita de verano, post recital. ¡Chicas de after, chokers, osos musculosos, pole dancing, uñas púrpuras, esculpidas, que brillan dibujadas! O de una escapadita a algún lugar con pasto, jejenes y una guitarra criolla, que pasa de mano en mano. Escuchar y leer a Paula nos saca del lugar de groupies y nos hace sentir un pocos sus amigxs. Y sabemos que siempre la pasamos bien.