Una línea de tiempo dibuja sobre una larga serie de pizarrones los 20 años que van desde 2002 a 2022: son los años de funcionamiento que celebra este mes el Instituto Superior Octubre (ISO). Y sobre esa línea de tiempo hay decenas de papelitos con mensajes: “Cuantas cosas importantes pasé en esta institución. ¡Y este día me recibí de enfermera!”; “Argentina va a Qatar y yo voy a ser radiólogo”; “¡Terminé mi secundaria!”; “Quiero estudiar gastronomía”. Los hitos dan cuenta de una historia dinámica y creativa, la que exhibe desde su inauguración, esta comunidad educativa. Y lo expresan las palabra de sus estudiantes, docentes y egresados. Lo mostraron este lunes 11, en la sede del ISO --Venezuela 356-- al celebrar los 20 años vinculando "la educación de calidad al mundo laboral”. Así reza una de las premisas de este instituto gestionado por el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), y abierto a la comunidad.

“La educación y la cultura son herramientas esenciales para transformar la sociedad, por eso rescatamos esta trayectoria y la posibilidad de poder brindar educación de calidad”, explica el secretario general del SUTERH y coordinador del Grupo Octubre, Víctor Santa María, sobre la decisión de sostener al instituto en el tiempo. Fue en horas de la tarde, al finalizar el recorrido por la exhibición de prácticas de las carreras técnicas que ofreció el evento. “Estamos muy contentos de poder celebrar estos 20 años, y esperamos que sean muchos más”, afirmó Santa María. Y puntualizó: “Es un legado también, pensando en el país, porque además de las carreras hay educación a distancia". Además de reconocer el trabajo del plantel docente y de los estudiantes, Santa María destacó la posibilidad de trabajar "con equipamiento adecuado", simuladores y equipos técnicos acordes a la demanda del ámbito laboral.

El circuito de la muestra seguía los tres pisos del edificio y por la mañana permitió que decenas de estudiantes de colegios secundarios preguntaran y se probaran, mediante juegos, en el rol de un enfermero, un radiólogo, un especialista en robótica. Los estudiantes y egresados y los docentes del ISO mostraban prácticas de Enfermería, Radiología, Atomatización y Robótica o Seguridad e Higiene. Datos curiosos, formas de trabajo. Juegos.

El perfil pedagógico de las carreras y el secundario bimodal que ofrece el ISO confirma su identidad ligada a “mejorar la salud, la calidad de vida y el mundo del trabajo”. Las actividades permitían a los visitantes conocer las carreras y “su potencial en el mundo del trabajo”, señaló el rector del ISO Leandro Vecino Dri, en una de las recorridas por las aulas transformadas en consultorios para primeros auxilios o RCP. Mientras, por las escaleras un grupo de estudiantes probaba la resistencia de los arneses de seguridad para trabajos en altura.

Al inicio del recorrido, las imágenes que cuentan la historia del ISO podían verse en pantalla gigante. Desde el pozo de la construcción, a las prácticas en hospitales. “El edificio se hizo de cero, todo en hierro, ladrillos y madera, salvo la fachada que quedó igual para preservar el casco histórico de la ciudad”, explica Gladys Juárez. Mira el video y agrega: “Es nuestra historia, nuestra vida compartida”.

Gladys integra el plantel administrativo del ISO desde que se inauguró. Y reconoce que el momento más difícil fue en pandemia: “Un viernes nos fuimos para empezar las clases el lunes y ese lunes el presidente (Alberto Fernández) dijo: confinamiento”. La reorganización virtual se implementó en 10 días a través del desarrollo inmediato de un campus virtual. Y dejó saldos positivos, como un secundario que se cursa a distancia, salvo los exámenes.

Las carreras son presenciales. Y en total cursan en el edificio mas de 650 estudiantes. Marcela viene de Claypole para cursar Seguridad e Higiene. Le interesó por las prácticas, “porque permiten otro nivel de estudio”, cuenta. Le gustaría seguir "seguridad agraria o minería" porque vinieron a darle charlas y se entusiasmó. "Además la de minería la dio una mujer, eso me gustó", agrega. “Pero tendría que migrar de la ciudad, por eso quizá haga seguridad industrial”, se plantea.

En su historial, el instituto ya cuenta con 1700 egresados. Y este año muchos egresan de las carreras del área de salud: Enfermería y Radiología, donde también este año hubo más ingresantes. La promoción y la prevención en salud que inculcó la pandemia dejó su huella: Camila, Aldana, Margarita y Candelaria son estudiantes de primer año de Enfermería y muestran cómo se atiende en una consulta de rutina. Se las ve entusiasmadas.

“Siempre quise estudiar algo de salud. Y para los hijos de afiliados tenemos becas, es una oportunidad que no quería desaprovechar”, detalla Candelaria. En el siguiente piso, Laura Cappelletti, docente de inglés --una materia transversal a todas la carreras-- activa la botonera de una serie de juegos de robótica, con inscripciones en inglés. Todos juegan. Hay risas. Y algunos se ganan un llavero o un puñado de caramelos. Mientras en la planta baja comienzan las charlas sobre Seguridad e Higiene. La jornada, intensiva como la actividad diaria del Instituto, lograba su objetivo: hacer conocer su propuesta académica y reafirmar la posibilidad de "construir futuro en comunidad", desde "la educación de calidad".