Ivana Trump, la primera esposa del expresidente Donald Trump, fue hallada sin vida este jueves en su departamento de Nueva York, a causa de un paro cardíaco, según confirmó la cadena NBC News. La exmodelo, empresaria y esquiadora olímpica, de 73 años, era la madre de los hijos mayores de Trump, Donald Jr, Ivanka y Eric. 

“Nuestra madre fue una mujer increíble, una mujer imponente en los negocios, una atleta de clase mundial, una belleza radiante, y una madre y amiga amorosa”, dijo la familia a través de un comunicado. “Ivana Trump era una sobreviviente. Huyó del comunismo y abrazó a este país. Le enseñó a sus hijos lo que es la fortaleza, la compasión y la determinación”, agregaron.

En tanto, su exmarido, en su plataforma Truth Social, la recordó a como una "mujer maravillosa, hermosa y sorprendente, que llevó una vida grandiosa e inspiradora. Su orgullo y alegría eran sus tres hijos, Donald Jr., Ivanka y Eric", escribió. "Estaba tan orgullosa de ellos, como todos nosotros estábamos tan orgullosos de ella", concluyó el expresidente.

En los últimos tiempos, apoyaba al presidente Joe Biden.

Una sociedad comercial

Ivana Trump había crecido bajo el régimen comunista en la antigua Checoslovaquia, el 20 de febrero de 1949. Desde chica, Ivana Zelníček mostró gran habilidad por el esquí. Fue seleccionada para los Juegos Olímpicos de Sapporo, Japón, en 1972, lo que le permitió viajar fuera del bloque comunista de Europa del Este.

Su primer matrimonio fue con Alfred Winklmayr, un instructor de esquí austriaco. De esta manera accedió a la ciudadanía de su marido y se fue de su país. En 1975, se instaló en Canadá, donde comenzó a modelar y su figura cobró notoriedad. Así llegó a Nueva York, donde conoció a Donald Trump y se casaron al poco tiempo.

El matrimonio Trump duró hasta 1992. En todo ese tiempo, construyeron el imperio del expresidente. Fue una boda lujosa, de la alta sociedad norteamericana, y desde el comienzo, ella mostró su interés por tener un papel activo dentro de los negocios de su marido. Eso la llevó a ocupar cargos de relevancia dentro de las empresas de la familia Trump que, para entonces, ya tenía reconocimiento en el mundo inmobiliario.

Cuando el expresidente decidió levantar el lujoso rascacielos, Trump Tower, en la Quinta Avenida, en Manhattan, designó a Ivana como la vicepresidenta de Diseño y la dejó a cargo de la realización del emprendimiento que se convertiría en la nave insignia y sede de las empresas del magnate.

Con el éxito garantizado, Ivana quedó al frente de varios proyectos, que incluían la construcción del Trump Taj Mahal Casino Resort, en la ciudad de Atlantic City, en Nueva jersey. Y también de la gerencia del Trump Castle. 

A fines de los 80, Ivana decidió retirarse de Atlantic City para dedicarse a la gerencia del Hotel Plaza, de Nueva York, frente al Central Park, que había comprado su esposo, y lo restauró a nuevo dándole su antiguo esplendor. Su trabajo le valió que fuera premiada como Gerente Hotelera del Año, en 1990. 

En todo ese tiempo, el matrimonio Trump fue una alianza sólida económica, ya habían tenido tres hijos y eran una de las parejas emblemáticas de la sociedad neoyorkina. La figura de Ivana, sus outfits, sus peinados, creaban tendencia.

El club de las divorciadas, la película donde actuó Ivana Trump

El divorcio con Donald Trump, en 1990, se desencadenó por la aventura de él con la actriz Marla Maples, quince años más joven que Ivana. Los pormenores de la separación fueron seguidos durante semanas por la prensa sensacionalista de los Estados Unidos. Marples y Trump se casaron y tuvieron a Tiffany. Ese matrimonio duró 6 años.

En 1988, Ivana Trump le dijo a Vanity Fair que el expresidente, le decía que era su "gemelo como mujer” y que a menudo ella se refería al él como "The Donald". En medio, ella le inició una denuncia por violación, de la que se desdijo. Después del divorcio, en una entrevista con Oprah Winfrey, en 1992, aseguró: "No dejaré que los hombres me dominen más"

Con el divorcio, Ivana fue por todo el dinero que las empresas Trump habían ganado con sus acciones y devino en un símbolo para las mujeres. Tanto, que accedió a realizar un cameo en el film “The First Wives Club”, donde decía: "Señoras, tienen que ser fuertes e independientes. Y recuerden: ¡no te enojes, consigue todo!”.

Fue lo que ella misma hizo. Después de su separación, creó líneas de ropa, productos de belleza y joyería; invirtió el dinero que obtuvo del divorcio en bienes raíces, tanto en Estados Unidos como en Europa. Se casó dos veces más. Primero con el empresario italiano, Riccardo Mazzucchelli, en 1995, de quien se divorció dos años después. Y reincidió con Rossano Rubicondi, en 2008, un modelo y actor italiano, más de 20 años menor que ella.

También, escribió libros que se convirtieron en best-sellers, solo por su imagen y ser una celebrity“Lo mejor está por venir: cómo hacer frente al divorcio y disfrutar de la vida otra vez”, en 1995. Y en 2017, lanzó “Raising Trump”, unas memorias de su matrimonio con Donald Trump, justo cuando asumió como presidente.