Acaba de publicarse “Nosotrxs, intersex”, un fanzine que reúne dibujos, fotografías y escritos de personas intersex de distintos puntos de Latinoamérica y busca visibilizar no solo las producciones artísticas sino las existencias intersex, de las que se habla bastante poco. Además, denuncia la “mutilación genital” a la que son sometides en la infancia: “Desde el momento en que nacemos o desde el momento en el que se descubren nuestras variaciones a nivel del cuerpo sexuado comienza un proceso de patologización que nos mantiene atados a los servicios de salud durante toda la vida. Nuestras diferencias corporales son transformadas y leídas como enfermedades para el sistema fármaco médico, y en función de eso se generan tratamientos que violan los derechos humanos de lxs niñxs intersex”, dicen.

Macarena Muru y Pauli Sosa son parte del Potencia intersex, un grupo de activismo que tiene como objetivo visibilizar la existencia intersex y “las distintas interseccionalidades y complejidades que atraviesan la vida de las personas cuyas características sexuales no responden a los estándares hegemónicos de lo que se considera a nivel anatómico como cuerpos femeninos o masculinos”. También, cuentan, están embarcades en la lucha por los derechos humanos de las personas intersex que buscan poner punto final a las cirugías no consentidas en niñes intersex. El fanzine fue presentado hoy a las 19 en el Centro Cultural Nuestra América, en Perón 3390, Almagro.

La idea del fanzine surgió hace unos años cuando Muru empezó una búsqueda de imágenes, textos y videos que representaran al cuerpo intersex desde miradas que no fueran la biomédica tradicional. “Me costó bastante encontrar este tipo de producciones artísticas, y las que encontraba eran, en su gran mayoría, hechas por personas endosex (que no son intersex). Más tarde, en la Conferencia Latinoamericana de personas intersex en 2019 en Buenos Aires conocí a varixs activistas latinoamericanxs que a su vez eran artistas. Sus obras representaban las vivencias de nuestra comunidad de un modo muy único, independiente del imaginario médico o mitológico con el que en general se las asocia. Me sorprendió no haberme encontrado con estas obras en mi búsqueda hasta ese momento, y desde Potencia Intersex nos pareció súper importante y necesario pensar algún proceso colectivo para difundirlas”, relata a Página/12. Luego, convocaron a artistas y activistas intersex latinoamericanes para que sumen su producción a un fanzine colectivo, que les permitiera empoderar sus voces y que reflejara sus vivencias de las formas en que elles las perciben. Así, se sumaron artistas de Argentina, Chile, México y Puerto Rico y después de un año de trabajo dieron vida al fanzine que está disponible en versión digital e impresa. Además, trabajan en la producción de un cuadernillo sobre intersexualidad para la escuela media, en el marco de la ley de educación sexual integral.

El principal problema que quieren dar a conocer es el de las operaciones de asignación de sexo que les hacen al nacer aún hoy en América Latina y en el mundo. “En Argentina algunos sectores aseguran que no, pero se sabe muy poco de lo que ocurre en los quirófanos de las provincias. Por suerte en Argentina tenemos un proyecto de ley que elaboró Justicia intersex, la organización más antigua y reconocida de activismo intersex en Argentina y la región, que propone como punto principal el cese de las mutilaciones intersex. Esta ley de protección integral de las características sexuales que propone terminar las cirugías, también la creación de una comisión de investigación que pueda reponer lo que ha pasado con las personas que sí fueron intervenidas con el fin de reparar su historia y su vida. La creación de la Red Plurinacional Intersex en el 2019, espacio que nuclea a todas las organizaciones de Argentina, tiene como objetivo principal trabajar colectivamente uniendo fuerzas para que este proyecto de ley pronto se convierta en ley. Actualmente está esperando ser tratado en la cámara de diputados”, dice Sosa. Malta, agrega, es el único país del mundo que prohíbe específicamente las intervenciones quirúrgicas sin consentimiento en menores de edad intersexuales, en una normativa que está vigente desde el año 2015

Las operaciones empiezan al nacer o tiempo después y no se sabe cuándo terminan. “Para adaptar las diferencias a las lógicas de funcionamiento de un mundo binario nuestras corporalidades son sometidas a cirugías plásticas del orden de lo cosmético, que además son irreversibles y se llevan a cabo sin consentimiento libre e informado en a los pocos meses de nacer o en la primera infancia, en incluso en la adolescencia en muchos casos”, cuentan. ¿Cómo son esas cirugías? “A veces es solo una cirugía, otras veces son varias. A veces esas cirugías son para mejorar cosas que salieron mal en las anteriores cirugías. Las consecuencias de estas mutilaciones son físicas: perdida de sensibilidad genital, perdida de tejido eréctil, cicatrización dolorosa, relaciones sexuales dolorosas, infecciones recurrentes, alteraciones hormonales, en algunos casos incontinencia urinaria e infertilidad. Y las consecuencias mentales que pueden ser dificultades sociales y a la hora de conseguir pareja, estados de depresión, ansiedad e incluso puede llevar al suicidio”, explican.

También denuncian la práctica recurrente de “perdidas de la historia clínica”. Sosa explica que “la mayoría se pierden, se queman en un incendio, se ahogan en un archivo de sótano, y si aparecen suelen tener faltantes de hojas, tachaduras, borramientos lo que hace difícil comprender lo que verdaderamente nos ha pasado”. Mientras no pueden acceder a sus historias, su cuerpo está expuesto a un “exceso de profesionales de salud en la atención médica”. “Cuando vamos a la consulta se suman practicantes y médicos a observar nuestros genitales, también se toman fotografías sin consentimiento que luego se utilizan en distintos medios con distintos fines”, agrega.

-Además del rol de la medicina, ¿qué pasa en las familias, en la vida cotidiana?

Sosa: Este protocolo de atención médica va acompañado además con un mandato de silencio que implica mentir sobre nuestra situación a amigos y familiares. Está acompañado de inculcarte la idea de que sos únicx, que tu enfermedad es muy rara y que estás solx. Todo esto para mantener una coherencia social sobre el género y una vigilancia constante sobre nuestras prácticas sociales asociadas al género.

-¿Desde cuándo existe ese protocolo?

Sosa: El protocolo médico fue diseñado por J. Money en la década del 50 y a pesar de que muchas cosas han cambiado otras se mantienen iguales y se siguen poniendo en práctica sin reflexión alguna. En las producciones científicas locales se propone no contar la verdad absoluta a padres y madres por que se parte de la idea que nadie podría entenderlo excepto ellos, claro. Y además el sistema médico viene diseñando una retórica del horror, una manera de nombrar peyorativa con la que se intenta reducirlos y disminuir nuestro potencial humano. Se intenta adherir nuestros cuerpos a los mitos del hermafrodita y también se usan palabras como malformaciones, deformaciones, anormales, anomalías, discrepancias, ambigüedad genital, mal desarrollo, etc con la intención de seguir asociando nuestras existencias con el estudio de los teratológico y lo perverso. Actualmente, en la Argentina como no somos reconocidos por el estado, no se sabe cuántas personas intersex hay, cuántas fueron intervenidas, ni dónde, ni por qué médicos. Tampoco somos contemplades en ayudas sociales enfocadas en grupos vulnerables, no tenemos acceso al cupo laboral trans, ni a las políticas del estado que acompañan las diversidades. A pesar que en el año 2018 el relator especial sobre la tortura de ONU rectificara lo que viene denunciando lxs activistas de todas partes del mundo. Las cirugías son formas de torturas y violan todos los derechos humanos de les niñes intersex.