El director técnico de Industrias Emergentes del NOA, Guillermo Baudino, entendió que la centralización del Instituto Nacional de Tecnología e Investigación (INTI) "es un contrasentido" porque si así fuera el organismo perderá los fondos que recauda por servicios de asistencia técnica a empresas de las regiones.
Los trabajadores del INTI, organismo estatal que viene desarrollando productos y servicios, y cobrando por ellos, mostraron su oposición a que este organismo sea centralizado por el gobierno nacional, como lo anunció el ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación, Federico Sturzenegger.
El funcionario afirmó que se busca que el INTI, el INTA y otros organismos descentralizados pasen a formar parte de la administración central. El objetivo final es el recorte con más desvinculaciones, algo que Sturzenegger considera un logro. “El Presidente nos exige seguir con la motosierra”, afirmó el ministro. “Llevamos 47 mil empleados que han abandonado la administración y eso nos genera un ahorro de dos mil millones de dólares”.
Guillermo Baudino, director técnico de Industrias Emergentes del NOA, manifestó el descontento y preocupación que generaron las declaraciones del ministro, que acusó a organismos nacionales de “hacer caja”, y de disponer “trámites para cobrarte y recaudar”.
El INTI es principalmente un instituto que actúa en la interfase entre la investigación pura y el desarrollo de tecnologías para la producción.
Desde la producción local y sobre todo en el sector PyME se demandan desarrollos específicos, los cuales también se extienden a los municipios.
Como ejemplo de investigación aplicada a requerimientos de las empresas de la zona, Baudino mencionó la preocupación del sector de viñedos y olivos sobre qué hacer con los residuos de la poda. “Es un problema porque generan un pasivo ambiental y riesgo de incendios”, indicó. La investigación los llevó a transformar el residuo en un biocombustible sólido que es el pellet. “Sirve para alimentar calderas y generar energía eléctrica o calor para un secadero, por ejemplo, de tabaco”, explicó a Salta/12.
El único laboratorio del país certificado para realizar este proceso está en Tucumán y es del INTI. Y el producto, que llegó a cumplir con las normas IRAM, actualmente se exporta a Chile.
Las asesorías al sector productivo privado implican el cobro de honorarios según la escala salarial. Estos fondos son girados a la administración central del INTI y desde allí se vuelca a la obtención de insumos y otros recursos para continuar con las investigaciones. Los trabajadores, en tanto, solo reciben su sueldo.
Ese monto extra que ingresa, “representa aproximadamente un 20 por ciento del presupuesto total del INTI”, detalló Baudino. Este porcentaje fue en caída en el último tiempo, en paralelo con la situación crítica de la actividad económica.
En este marco Baudino entendió que el planteo de Sturzenegger “es un contrasentido porque como descentralizados, podemos facturar los servicios de asistencia técnica, ensayos de calidad, desarrollo de productos y procesos que prestamos a las PyMEs y que están arancelados. Pero como agentes del Gobierno no podremos hacer crecer el presupuesto del Instituto”.
Las consecuencias de los anuncios de desguace estatal, los ataques del gobierno nacional, el desfinanciamiento y la falta de recomposición salarial implicaron que solo en el INTI del NOA se fueran unos 20 profesionales de planta permanente que optaron por los retiros voluntarios. Antes se quedaron sin becarios y sin el personal ingresante, al que se le terminó el contrato.
Ahora los trabajadores esperan demostrar lo contradictorio de la intención enunciada por Sturzenegger de reestructurar el Instituto y centralizarlo, ya que esto implicaría la posibilidad que se quede sin recursos ni libertad de realizar los desarrollos a demanda de la industria diversificada en las regiones.