Cuando la palabra hablada no es suficiente para expresar un sentimiento profundo, ahí aparece el canto, dice Pablo Gorlero, director de teatro musical: “Es por eso que la gente canta en una cancha o en un acto político… la canción aparece cuando el fervor es muy grande”, sostiene y, a la vez, justifica poéticamente la principal convención del género musical. En ese mismo formato, precisamente, el director acaba de estrenar Eternidades, té póstumo en hall de cine, obra escrita por Luis Longhi, que reúne en un incierto limbo a cuatro divas de su tiempo: Tita Merello, Libertad Lamarque, Fanny Navarro y Zully Moreno. La obra puede verse de viernes a domingo en el Cultural San Martín (Sarmiento 1551), con la interpretación de Sofía Almuina, Lucía Andrada, Agustina D’Angelo, Jimena Gonik y Karina Barda, (estas dos últimas alternando el mismo personaje), con música de Juan Ignacio López y diseño de luces de Eli Sirlin.

Aunque la edad de las actrices no haya sido pareja (Lamarque y Merello nacieron en la primera década del siglo pasado, en tanto que Moreno y Navarro nacieron ambas en 1920) en Eternidades… aparecen las cuatro en su mayor momento de esplendor. De todos modos, los comentarios que unas hacen sobre las otras dan cuenta de diferencias que, más allá de lo etario, las separaron en vida. Así, circulan opiniones diversas sobre los hombres, la fama, la política y los exilios.

“La concebimos para un público de adultos mayores”, admite el director en una entrevista con Página/12 de la cual también participa Longhi, Por eso, pensando en los espectadores jóvenes, idearon un “instructivo” con una semblanza biográfica de cada diva, para entregar junto con la entrada. “Finalmente, vemos que ellos disfrutan encontrando en la obra historias que no conocían”, coinciden autor y director. Ya en 2021, cuando se armó el equipo creativo, todos se documentaron sobre la época y sobre cada una de las estrellas: “mi propuesta fue trabajar la forma de hablar, la manera de comportarse en público de las mujeres de entonces, tan marcadas por la rigidez formal que adoptaban las actrices en el cine”, apunta Gorlero. También leyeron reportajes de la época y hasta hablaron con gente que llegó a tratarlas: “Moreno y Lamarque parecían comportarse igual en el cine y en la vida. La más auténtica era Tita. Y de Fanny prácticamente no hay registros”, resumen.

-¿Cómo fueron encarados estos 4 retratos?

Luis Longhi: Tratamos de indagar en el lado oscuro de cada una. Zully Moreno, una de las bellezas emblemáticas del cine argentino estaba obsesionada con la vejez y el deterioro y por eso dejó tempranamente los sets de filmación. Libertad Lamarque fue una mujer golpeada, tuvo un intento de suicidio y luchó para ser la estrella que deseaba ser desde chica.

-Pablo Gorlero: Y con esa voz aguda hasta fue aceptada por los tangueros. Fue la damita simpática y, con el tiempo, la madre y la abuela simpáticas…

L.L: -De todas ellas, Tita fue la que menos importancia le dio a las demarcaciones entre ficción y realidad. Por su parte, Fanny Navarro sufrió un gran deterioro físico y emocional después del golpe de estado de 1955, hasta morir en la pobreza y soledad más absoluta.

P.G.: -También tuvimos ganas de hablar de la grieta y esto lo hicimos confrontando a Libertad y a Fanny, separadas por su ideología.

- ¿Cómo hacen en la ficción estas cuatro personalidades para zanjar sus diferencias?

L.L: -Lo logran entendiendo que en la vida, como en el teatro, si les va bien a todas les va bien a cada una. Este concepto, desarrollado a lo largo de todo el espectáculo, también se refiere a lo político y lo social.

P.G.: -La obra toma chispazos de cada historia: empiezan las cuatro a contar su derrotero y terminan compartiendo una sororidad estelar. Imaginamos que ese encuentro tiene lugar en un limbo, al que entran atravesando unas puertas vaivén como las de los cines de antes.

-¿Cómo es el desarrollo de semejante encuentro?

P.G.: Eternidades… pasa de momentos dramáticos a recuerdos dulces o graciosos. Y buscamos que sea natural el pasaje de la palabra hablada a la canción. Además, nos gusta desmitificar el hecho de que el musical sea considerado un teatro de entretenimiento.

L.L: -Es genial si el arte te entretiene, pero su verdadera función social es sanar, educar, comunicar. El arte abraza y batalla. Y todo eso está en Eternidades…

  • Eternidades, té póstumo en hall de cine, El Cultural San Martín (Sarmiento 1551) viernes y sábados, a las 20.30, los domingos a las 19.30.