El líder opositor de Venezuela, Juan Guaidó, celebró este viernes el fallo del Tribunal Superior de Londres a favor de la dirección ad hoc del Banco Central de Venezuela, en el caso del acceso al oro de su país, que se encuentra bajo custodia en el Banco de Inglaterra.

“Puedo ratificarles que el oro del país que está en Inglaterra seguirá protegido de las garras de la dictadura”, expresó Guaidó. “El oro es de los venezolanos, no de (Nicolás) Maduro. Las oportunidades y el futuro de nuestra nación contarán con recursos que sí estarán al servicio de la gente”, añadió.

El líder opositor definió al Tribunal de Londres como “un sistema imparcial y de los más fuertes del mundo” y dijo que la decisión que adoptó es consecuencia de la “resistencia democrática, representada en la continuidad constitucional de la Asamblea Nacional electa en 2015, del gobierno encargado y la labor del procurador especial”.

“Reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los activos de todos los venezolanos y con lograr el objetivo más importante que tenemos: recuperar la democracia”, publicó el líder opositor en su cuenta de Twitter.

La justicia británica consideró que no hay base legal para aceptar la sentencia del Tribunal Supremo venezolano que anuló el nombramiento de Guaidó al directorio, aunque aún no autorizó el acceso al oro, cuya autoridad es reclamada tanto por la administración del presidente venezolano, Nicolás Maduro, como por el equipo del líder opositor.

En diciembre del año pasado, la Corte Suprema del Reino Unido dijo que Guaidó debe ser reconocido como el verdadero presidente de Venezuela, y que esto le permitiría el acceso las reservas de su país.

Desde octubre de 2018, el gobierno de Maduro intenta sin éxito, a través del Banco Central de Venezuela, recuperar las 31 toneladas de oro (que equivale a 1.000 millones de dólares) de la reserva nacional, que tiene guardadas en las cámaras acorazadas del Banco de Inglaterra.

Sin embargo, Guaidó, quien fue reconocido en febrero de 2019 como presidente encargado por unos 50 países, entre ellos Reino Unido, nombró su propia dirección ad hoc del banco central venezolano y pidió a Londres que no entregase el oro, ya que podrían servir para reprimir al pueblo o llenar los bolsillos de un gobierno que califica de “cleptócrata”.

El equipo de Maduro lo calificó como un “descarado robo de piratería” y aseguró que el dinero es necesario para combatir la pandemia por la covid-19. En mayo de 2020 presentó una querella contra el Banco de Inglaterra.

Esta institución, que custodia el oro, es un prestatario de servicios cuyo cliente es el Banco Central de Venezuela, como lo es para muchos otros países. Al recibir instrucciones contradictorias por parte de Maduro y Guaidó, pidió a la justicia que resolviese quién tiene el control. Desde entonces, ha habido dos decisiones, una a favor de cada uno, por lo que ambos recurrieron a la Corte Suprema británica.