A nueve años del crimen de Atahualpa Martínez Vinaya, el joven de 18 años asesinado de un balazo en Viedma, sus familiares y amigos marcharon por el centro de la ciudad junto a organizaciones sociales para pedir justicia y reclamar que la Corte Suprema de la Nación ordene un nuevo juicio para esclarecer lo sucedido. En diciembre de 2015, luego de un pedido de la familia, la Legislatura rionegrina aprobó por unanimidad un dictamen en el que se recomendaba reabrir la causa y alertaba sobre una serie de errores procesales, entre ellos, el no considerar como prueba una campera con rastros de sangre de la víctima. El joven fue asesinado el 15 de junio de 2008; su cuerpo fue hallado con un balazo calibre .22 en la espalda.