Un volcán entró en erupción en las cercanías de la ciudad de Reikiavik, capital de Islandia, y miles de turistas curiosos se acercaron a la grieta volcánica para observar y fotografiar el fenómeno.

La actividad volcánica ocurre en una estructura geológica ubicada a un kilómetro del volcán del Monte Fagradalsfjall, en el suroeste de Islandia, el cual había estado en erupción durante seis meses el año pasado.

Este jueves, los curiosos comenzaron a llegar al sitio de la erupción, calificado como una zona de difícil acceso debido a que requiere una caminata de 90 minutos a pie. Hasta el momento, el fenómeno ya atrajo a más de 1830 visitantes, según las autoridades islandesas.

En un primer momento, el Servicio de Protección Civil islandés pidió a la población que no visitara el lugar hasta que se realizara una evaluación de los riesgos, pero posteriormente se indicó que "solo los niños pequeños deben estar fuera de la zona de la erupción".

De igual manera, se recordó a los turistas que los gases de las erupciones volcánicas, como el dióxido de azufre, pueden ser peligrosos o incluso mortales.

Por otro lado, el Instituto Meteorológico de Islandia detalló que la longitud de la grieta volcánica es de 360 metros, y que arroja chorros de lava que alcanzan entre 10 y 15 metros.

El flujo de lava en las primeras horas de la erupción se estimó en 32 m3 por segundo, según las mediciones realizadas por científicos del Instituto de Ciencias de la Tierra, tres horas y media después del inicio de la erupción. "Esto es aproximadamente cuatro o cinco veces más que al principio de la erupción de 2021. La erupción actual es mucho más poderosa", manifestaron.

Según la misma fuente, la lava de la nueva erupción cubrió un área de aproximadamente 74.000 m2 cuadrados.

Islandia cuenta actualmente con 32 sistemas volcánicos considerados activos, el mayor número en Europa.