La Justicia de San Pablo condenó este miércoles a una simpatizante del presidente Jair Bolsonaro a pagar una indemnización económica a Luiz Inácio Lula da Silva por agredirlo en redes sociales el día de la muerte de su nieto, el 1° de marzo de 2019, informó el portal de noticias UOL.

Ese día, Rozilma Kreutzer, quien se identifica en las redes sociales como Rosi Otto y dice que "ama" a Bolsonaro, publicó una posteo en Facebook atacando a Lula, poco después de la muerte por meningitis de Arthur Araújo Lula da Silva, de 7 años. 

"Lamento la muerte de Arthur, así como lamento la muerte de todos los niños que el molusco [en referencia a Lula] mató por corrupción", escribió Kreutzer. 

El juez paulista Fernando Domingues Ladeira afirmó en la sentencia que el "texto atentaba contra la dignidad de Lula, aprovechando su dolor para buscar popularidad en internet".

El magistrado agregó que Kreutzer "manchó" la imagen del expresidente "al acusarlo del delito de corrupción y asesinato de niños", y que tal conducta no está amparada por la libertad de expresión. "El mensaje tiene la intención de aumentar el dolor de perder a un nieto", concluyó.

Además de la indemnización de 1.212 reales (unos 240 dólares), Kreutzer deberá borrar el comentario de Facebook y publicar el resultado de este proceso judicial con la misma dimensión que el posteo impugnado y con la misma visibilidad durante al menos 30 días.

Rosi Otto, que dice en las redes sociales que no dejará que Bolsonaro "pelee solo", aún puede apelar la decisión.

En 2021, el Supremo Tribunal Federal anuló las condenas contra Lula en el caso Lava Jato porque no se probó que estuviera al tanto de un esquema de corrupción, mucho menos que ocupara un lugar central en él, incluso cuando el juez Sergio Moro dirigía todos sus esfuerzos a buscar responsabilizar al expresidente.

Las condenas contra Lula en la mayor operación anticorrupción de la historia de Brasil se sucedieron, pero finalmente todas fueron anuladas por la máxima corte de Brasil, que determinó que la actuación de Moro fue imparcial, después de que trascendieran audios que demostraban que articuló el trabajo de la fiscalía y que todos estaban excesivamente enfocados en buscar y probar delitos presuntamente cometidos por el expresidente en una causa que llegó a tener más de 100 de investigados. Lula estuvo en prisión entre abril de 2018 y noviembre de 2019 por una de esas condenas.

Desde la anulación definitiva de todas las penas, los resultados de las investigaciones de la fiscalía de Lava Jato fueron presentadas ante distintos tribunales, todos los cuales determinaron que no había evidencia que permitiera avanzar contra Lula porque no había indicios de que hubiera cometido delitos.

Con la anulación de las sentencias, se restablecieron los derechos políticos del líder izquierdista. A menos de dos meses para las elecciones presidenciales, Lula lidera todas las encuestas frente a Bolsonaro.