El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, no descartó nuevos recortes de subsidios antes de fin de año y anticipó que en 2018 el Gobierno reducirá esas partidas en un 0,7 por ciento del PIB, que equivale a casi 60 mil millones de pesos. Además, dijo que el objetivo del Gobierno en relación a los subsidios es una baja del 2,5 a un rango de entre el 0,5 y el 1 por ciento del PIB. En 2015, los subsidios eran equivalente a 4,5 por ciento del PIB. Eso implica que todavía falta un largo trecho en el ajuste de las tarifas que prevé el Gobierno. Para el Ejecutivo, la reducción del déficit fiscal es una prioridad que atenta contra la recuperación económica.

El ministro Dujovne pretende que su contribución en su paso por Hacienda sea “la reducción del peso del gasto dentro del PIB sin una crisis, porque hasta ahora siempre en la Argentina se bajó el gasto en medio de licuaciones y crisis. Que lo pueda hacer ordenadamente con la economía creciendo, habiendo generado un sistema tributario simple y transparente, estable y mucho más sencillo que el actual. Con menos evasión y cuotas más bajas. Y habiendo ordenado también la relación fiscal entre la Nación y las provincias”, definió en una entrevista que concedió a Ambito Financiero.

En el período enero-abril, el gasto primario se ubicó en 687.249 millones de pesos, lo que representa una suba del 35,8 por ciento en la comparación interanual. Ese avance está por encima de las mediciones oficiales de inflación para el período, lo que implica que en términos reales no se observa una reducción del gasto público. Sin embargo, sí se percibe una modificación en la composición del gasto que realiza el Estado nacional. Los cambios más significativos se verificaron con la suba de apenas el 7,2 por ciento de la partida de subsidios económicos, lo que representa una fuerte caída en términos reales. En particular, los subsidios a la energía (luz y gas) bajaron un 10 por ciento interanual, desde 27 mil a 24 mil millones de pesos en el primer cuatrimestre. 

Si esa factura hubiera mantenido su valor en términos reales estaría en unos 35 mil millones de pesos, lo que implica un “ahorro” de más de 10 mil millones. Ese dinero dejó de ser percibido por los hogares. Al mismo tiempo, los intereses de la deuda crecieron de 24 mil a 56 mil millones de pesos entre enero y abril. Así como el Gobierno planea continuar con la quita de subsidios, se espera que siga en alza el peso de la deuda.

Dujovne detalló que “este año el impacto –de la rebaja de subsidios– es de un 1,3 por ciento del PIB. Lo que ocurre es que en vez de crecer, el gasto deja de aumentar”.