El incremento sostenido en las importaciones, liderado por el acelerado ingreso de bienes de consumo, se conjugó el mes pasado con un pobre desempeño exportador del complejo agroindustrial. El resultado comercial de mayo que ayer publicó el Indec arrojó un saldo negativo de 642 millones de dólares y en los primeros cinco meses del año acumula un déficit de 1863 millones de dólares. 

 En un escenario de contracción en la capacidad de consumo la creciente participación de bienes terminados en el mercado doméstico desplaza producción local. El salto del 1078 por ciento en las compras de tomates en conserva medidas en toneladas entre enero y mayo se suma al fuerte incremento del ingreso medido en cantidades de vino a granel, productos porcinos, alimentos, indumentaria, calzado y vehículos. 

 Entre las exportaciones el único rubro que marca un resultado interanual positivo fueron las manufacturas de origen industrial. El ministro de Producción, Francisco Cabrera, celebró los guarismos a través de su cuenta en la red social Twitter. “La industria volvió al mundo”, indicó el funcionario. Un informe de la Consultora Radar advierte que si bien se registraron aumentos en metalmecánica y neumático, la dinámica exportadora está impulsada por actividades como la petroquímica y el plástico donde los envíos a Brasil buscan amortiguar la caída de las ventas internas. También muestran mejoras las exportaciones de minerales que entran en el rubro de exportaciones industriales.

 Durante mayo, las importaciones registraron un salto del 24 por ciento. El Indec explicó que ese desempeño responde a un alza de 8,2 por ciento en los precios y una suba del 14,5 por ciento en las cantidades ingresadas al país. En los primeros cinco meses de 2017 las compras externas marcaron un aumento de 12,4 por ciento donde las subas de precios estuvieron en el orden del 4,7 por ciento y las cantidades treparon 7,4 por ciento. 

 El ingreso de bienes de consumo por su parte creció 13,6 por ciento en mayo y los precios subieron 7,7 mientras que las cantidades lo hicieron al 5,5 por ciento. Entre enero y mayo donde el aumento global llegó a 16 por ciento explicado por una suba de 2,3 por ciento en los precios y 13,4 por ciento en las cantidades. 

 Un nuevo informe que la Consultora Radar publicará en los próximos días advierte que durante mayo “volvieron a dispararse las importaciones de productos terminados de sectores sensibles, luego de un abril en el cual se había registrado cierta desaceleración, en un contexto en el cual se sostiene la caída del consumo”. En el rubro textil e indumentaria las compras al exterior de productos terminados aumentaron 46 por ciento medidas en cantidades y acumulan un alza interanual. Entre los datos elaborados por el equipo encabezado por la economista Paula Español las mayores subas están registradas en camisas, pantalones y suéteres. 

 Por su parte, la importación de calzados terminados creció 59 por ciento y volvió a superar los 3 millones de pares mensuales. Con esos registros, mayo fue el mes record del año para las compras al exterior. El análisis de Radar señala además que “las importaciones de vehículos livianos terminados crecieron un 44 por ciento en mayo, acentuando la tendencia observada a lo largo del año”. Advierte además que la participación de vehículos importados en el mercado local llegó a 71 por ciento durante los primeros cinco meses del año, 11 por ciento por encima del mismo período de 2016.

 El año pasado fue la primera vez desde 1975 que durante una recesión aumentó la importación de bienes de consumo medida en cantidades. No fue un resultado indeseado. “Si nos preocupa la inflación y queremos más competencia, es lógico que la competencia importada también nos ayude en la batalla antiinflacionaria”, explicó en enero el ministro Nicolás Dujovne.   

 El disciplinamiento de precios mediante la desregulación del sector externo operó por dos vías a lo largo de la historia argentina: la posibilidad de adquirir productos “baratos” a países como China, Taiwán o Brasil y el incremento en el desempleo que erosiona la capacidad de negociación salarial de los trabajadores. 

 En materia exportadora mayo marcó una pequeña variación positiva de 0,8 por ciento explicada por las subas en los precios del 5,3 por ciento ya que las cantidades retrocedieron 4,2 por ciento. En los primeros cinco meses, el aumento es de 1,6 por ciento con una suba de precios del 6,0 por ciento y una caída en las cantidades del 4,1 por ciento. La merma en las ventas externas de productos primarios y manufacturas de origen agropecuario se explica por una contracción en las cantidades exportadas respecto al mismo período del año pasado mientras que se observan mejoras, frente al pobre desempeño de 2016, en los despachos de bienes industrializados. El caucho en uno de los sectores que muestran mejoras y en lo que va del año, por ejemplo, las exportaciones de neumáticos a Estados Unidos acumulan una suba de 45 por ciento en unidades.