Álvaro Dastugue, legislador del Partido Nacional (también llamado Blanco) y pastor evangelista emprendió una cruzada contra las conquistas sociales de los gobiernos del Frente Amplio, entre ellas el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y el cultivo y consumo de marihuana.

En declaraciones al semanario Búsqueda,  el pastor-diputado propuso discutir, si su partido llega al gobierno en las presidenciales de 2019, lo que llamó “agenda de derechos” . Alegó que el debate se debería hacer “en nombre de Dios” y se arrogó la representación de su bancada al sostener que “entendemos que no le hace bien a la sociedad”.

Luego de considerar que no creía que "la universalidad de los homosexuales quieran tener relaciones sexuales con los animales y los niños”, Dastugue se atajó diciendo que “de hecho, tengo amigos homosexuales”. “No soy homófobo”, aclaró, aunque agregó que los gay “están fuera de la voluntad de Dios”. A pesar de que Dastugue manifestó que sentía que representaba "principios y valores cristianos directamente relacionados con el Partido Nacional”, el presidente del Partido Blanco, el senador Luis Heber, fue taxativo: "No se puede invocar al Partido Nacional porque hay muchos legisladores que votaron este tipo de leyes, entre ellos yo". 

El pastor de la Iglesia Misión y Vida para las Naciones, quien fue consagrado pastor por su suegro, es hijo de estancieros y llegó al Parlamento como diputado por Montevideo, con el padrinazgo de la senadora Verónica Alonso, la única legisladora que lo defendió. "Quienes esperen de mí que señale a Álvaro Dastugue y lo separe o eche de nuestro espacio político, no nos conoce”, dijo la senadora, quien agregó que "podremos pensar muy distinto en muchas cosas, pero jamás me verán juzgar a nadie por sus ideas o pensamientos, y menos aún por conveniencia política. Prefiero que me vaya mal políticamente a ser una injusta rectora moral de mis compañeros o votantes".

El escándalo que produjeron sus declaraciones obligó a Dastugue a aclarar, por Twitter, que “no hablé de derogar derechos logrados. Sí de revisar ley de marihuana y aborto, y afirmé que no hubiera votado matrimonio igualitario”.

La senadora Mónica Xavier advirtió, por su parte, que "no existe una voluntad de mejorar las leyes sino que, por el contrario, se plantea ir hacia atrás en el avance de la agenda de derechos. Por lo tanto, estamos en la antípodas”. Y añadió: “Nosotros seguiremos trabajando para asegurarles a todas las personas todos los derechos. Creemos que se logró el reconocimiento de muchas personas que requerían de marcos legales que protegieran sus derechos, por lo tanto, para nosotros el desafío sigue”.

Por Twitter, el diputado colorado Fernando Amado consideró que “quizás (Dastugue) pueda llegar al gobierno, pero si ésa es la postura oficial del Partido Nacional, seguro lo hará sin mi voto”.

Con todo, las críticas más duras provinieron del colectivo LGBT. Sergio Miranda, del Consejo Nacional de Diversidad Sexual, alertó que “si los partidos de derecha llegan al gobierno se produciría un retroceso de 50 años en la vida del país”. Y fustigó a Dastugue: “No podemos olvidar que es un representante nacional en un Estado laico. Pero él, en la entrevista, predica todo el tiempo y fundamenta todo su discurso con argumentos religiosos. A mí me parece grave que un representante del pueblo se exprese de esa forma porque los derechos son para todos; es decir, no son sesgados ni basados en un argumento religioso”.