El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó en París que la ONU anunciaron ayer que las FARC entregaron “el 100 por ciento de sus armas” con lo que “dejarán de existir” como grupo guerrillero, tras más de medio siglo de conflicto armado.

“Hoy 23 de junio las Naciones Unidas allá en Colombia van a declarar que las FARC entregaron el 100 por ciento de sus armas”, señaló el mandatario colombiano en un foro económico con empresarios. “Hoy, las FARC, la guerrilla más poderosa y más antigua de América Latina, deja de existir”, agregó desatando los aplausos.

Santos hizo este aplaudido anuncio durante su intervención en un foro económico dedicado a atraer inversores franceses a Colombia y que contó también con la participación del ministro de Economía local, Bruno Le Maire. “Muchos inversionistas no iban a Colombia por ser un país con un conflicto armado interno”, asumió Santos ante una audiencia empresarial congregada en la sede del Ministerio francés de Economía.

Santos, que se encuentra en Francia desde el miércoles en una visita oficial, señaló que esta noticia “cambia la historia de Colombia”. Desde el martes, la guerrilla marxista está entregando el 40 por ciento restante de sus armas a la misión de Naciones Unidas en Colombia, como parte del proceso de paz alcanzado el pasado año con el gobierno de Santos. El otro 60 por ciento ya lo consignó en las últimas dos semanas.

El presidente, por cuyas exitosas negociaciones con las FARC recibió el año pasado el Premio Nobel de la Paz, había anunciado el domingo pasado que el 27 de junio se haría un “acto de cierre de todo el proceso de dejación de armas”.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) tienen más de 900 escondites de armas que deben ser destruidas por la ONU a más tardar el 1 de septiembre, según el pacto de paz suscrito en noviembre pasado en Cuba.

“Hoy más de 7.000 hombres y mujeres de esta guerrilla están concentrados en 26 zonas a lo largo y ancho de nuestro territorio, entregando a las Naciones Unidas las armas que tenían consigo”, explicó Santos en un discurso en la sede de la UNESCO. Pero el presidente reconoció que su país afronta todavía enormes desafíos, entre otros, garantizar una justicia “transicional” a las víctimas, desminar el territorio –Colombia, afirmó, es el país más minado del mundo después de Afganistán–, y “reincorporar a los exguerrilleros a la vida civil, incluido la participación en la política, una vez cumplido el desarme”.

Admitió no obstante que una parte de los colombianos “no admite otra salida que la cárcel o la exterminación’’ para los exguerrilleros, pero defendió que “la paz es cambiar las balas por los votos”.

El conflicto armado ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, dejando al menos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.

Santos afirmó que la única forma de construir una sociedad de paz es con las herramientas “de la educación, la cultura, la ciencia, la comunicación” y destacó que “por primera vez en la historia de Colombia, el presupuesto de la educación es el mayor dentro del presupuesto nacional”.