La Cámara de Representantes de Estados Unidos sancionó una ley que incluye un llamado al Gobierno del presidente Joe Biden para investigar el papel de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en las elecciones bolivianas de 2019 y el posterior golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales.

La Ley de Asignaciones de Fondos para Operaciones en el Extranjero, que ahora pasa al Senado, pide al Departamento de Estado que busque respuestas de la OEA respecto de su comportamiento en Bolivia para "garantizar que no ocurran otra vez ataques similares contra la democracia", dijo la Cámara baja en un comunicado, tras la aprobación.

En noviembre de 2019 se celebró la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Bolivia que, según datos oficiales, tuvo como resultado la reelección de Evo Morales (2006-2019). Las denuncias de fraude por parte de la oposición se tradujeron en protestas en las calles en las que participaron políticos opositores y que se mantuvieron durante varios días.

Después de varias jornadas de tensión, Morales renunció el 10 de noviembre de 2019 ante una "sugerencia" de jefe de las Fuerzas Armadas. El cargo fue ocupado por Jeanine Áñez (2019-2020), quien en ese entonces era la segunda vicepresidenta de la Cámara de Senadores.

En una de sus primeras decisiones de gobierno, Áñez publicó un decreto exonerando de responsabilidad penal a los militares que participaran en la represión de las protestas contra el golpe de Estado, que terminó con al menos 36 personas muertas en las localidades de Senkata y Sacaba.

En diciembre de 2019, la OEA publicó un informe final sobre esas elecciones en el que denunció tácticas "deliberadas" y "maliciosas" para arreglar los comicios a favor de Morales, sin embargo dos análisis independientes separados criticaron las afirmaciones y desestimaron el análisis estadístico sobre el que se basaban.

En marzo pasado, el ministro de Justicia boliviano, Iván Lima, afirmó que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y un grupo de políticos opositores de Morales fueron los encargados de consolidar el discurso de fraude electoral en 2019.

"Como sabemos, Evo Morales tenía el 10 por ciento de diferencia y había superado el 40 por ciento de la votación, por lo tanto, era el presidente electo del país, eso no le gustaba para nada ni a Almagro ni a la oposición boliviana", dijo.

En diciembre de 2020, el presidente argentino Alberto Fernández aseguró: "Que Almagro siga en la OEA es penoso porque fueron cómplices del golpe de Estado en Bolivia".