A pesar del pedido de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que los países avanzados en la vacunación contra el coronavirus aplacen la aplicación de dosis de refuerzo y donen esos fármacos a otras naciones, Francia y Alemania resolvieron que seguirán adelante con sus planes: en septiembre comenzarán a aplicar una tercera vacuna para proteger a sus ciudadanos de la variante Delta. El presidente francés, Emmanuel Macron, explicó que se está trabajando en la implementación de la tercera dosis de la vacuna Covid-19 para las personas mayores y vulnerables a partir de septiembre. "Será necesaria una tercera dosis, no para todos de inmediato, pero en cualquier caso para los más vulnerables y los más ancianos", dijo en su cuenta de Instagram. Alemania también manifestó que aplicará refuerzos a los pacientes inmunodeprimidos, los ancianos y los residentes de hogares para la tercera edad. Según comunicó el Ministerio de Salud alemán esta campaña comenzará en septiembre. "Queremos proporcionar a los grupos vulnerables en Alemania una tercera vacuna de precaución y al mismo tiempo apoyar la vacunación de tantas personas en el mundo como sea posible", dijo el ministerio, que señaló que donará al menos 30 millones de dosis a países de bajos recursos. Francia y Alemania aplicaron hasta ahora al menos una dosis de la vacuna COVID-19 al 64,5 por ciento y el 62 por ciento de sus respectivas poblaciones, con el 49 por ciento de los franceses y el 53 por ciento de los alemanes completamente vacunados, según consigna Reuters.

La OMS pidió a los países de mayores ingresos que eviten dar una tercera dosis

Este miércoles, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a los países de altos ingresos que posterguen la aplicación de refuerzos contra el coronavirus de vacunas y las donen a naciones pobres. "Entiendo la preocupación de todos los gobiernos por proteger a su gente de la variante Delta. Pero no podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayor parte del suministro mundial de vacunas utilicen incluso más", afirmó Tedros. Los países de ingresos altos ya administraron cerca de 50 dosis por cada 100 personas en mayo, y esa cifra se ha duplicado desde entonces, según la OMS. En tanto que los países de bajos ingresos solo pudieron 1,5 dosis por cada 100 personas, debido a la falta de suministros.