La deuda que acontece en los hogares de Argentina sufrió un desajuste en el año 2020, dado que la economía atravesó una desaceleración y en algunos sectores el freno económico que impuso la pandemia a nivel mundial.

Luego de dos años de su comienzo, en el corriente año, 2022, se sigue en un proceso de recuperación económica, intentando que paulatinamente se pueda conseguir el mejoramiento de la economía del país y los ciudadanos.

Hubo un endeudamiento en el 2020, relacionado con las compras en farmacias y supermercados, lo cual, como consecuencia de la incertidumbre laboral, se utilizaban medios de pago como las tarjetas, lo que provocó el endeudamiento en rubros diferentes a los que antes producían gastos en los ciudadanos argentinos.

Se suma a ello el pago de adeudos anteriores, de impuestos, servicios, alquiler, cuotas de la escolaridad de los menores, así como tambien las prepagas, más aún con el temor de no contar con la cobertura, espacio en los sanatorios o servicios para enfermedades que tenían relación con el Covid y las que no.

Fue en este momento que comenzaron a primar los ofrecimientos que se daban por parte del estado, así como también los familiares que podían ser de ayuda para otros, intentando atenuar los conflictos que atraía este confinamiento y parate mundial. Estos elementos que acontecieron en el año 2020, fueron detectados por la encuesta nacional realizada en conjunto por Cepal y la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín.

En lo que respecta al año 2021, los recursos para el consumo fueron, en primer lugar los créditos prendarios, luego los préstamos personales y comerciales y en cuarto lugar, las tarjetas de crédito. 

Este posicionamiento de las tarjetas de crédito tuvo relación con la prohibición de la utilización de cuotas para las compras de pasajes, estadías y demás al exterior para desalentar la salida de la moneda extranjera del país, en pleno proceso de re apertura de fronteras. La medida tomada por el BRCA hizo que el 2021 finalice con un bajo porcentaje de uso de ese medio de pago.

En el primer trimestre del año 2021, se encontraba un total del 73% de la clase media endeudada. La consultora D'alessio Irol, realizó el estudio que arroja esta cifra relacionada con la clase media de Argentina, la cual especifica que en comparación del año 2020, se detecta una suba de casi el 10%, ya que estaba en un 62%.

Los sectores que son representativos de las deudas de la clase media son varios, como nombramos anteriormente las tarjetas y lo créditos, que son la principal fuente de endeudamiento de la población argentina, luego encontramos los colegios privados, los cuales poseen un 20% de moras, por debajo de la mora del año 2020, acomodándose lentamente.

Otro de los rubros que extiende la deuda de los ciudadanos son las prepagas, las cuales se vieron afectadas por el acontecimiento de la pandemia del 2020 con menores afiliados, con moras en pago y utilización de los planes más económicos. En el 2021 y 2022 esta deuda en los hogares sigue existiendo, ya que no se reactivaron esos afiliados perdidos, así como tampoco se utilizan planes más altos.

En lo que respecta al año 2022, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) visualiza una disminución del 11,7% en relación al año anterior, en los créditos de consumo debido a las subas en el interés. En su caso, los préstamos personales también viven un descenso de un 2% menos que el año anterior. Comenzó el descenso desde hace tres meses y se mantiene constante.

Así mismo, se dio un aumento en los plazos fijos con un 1,2%, lo que equivale a un nivel alto respecto de los últimos años.

Ahora bien, según expertos de la Universidad Católica Argentina (UCA), en la actualidad, los planes sociales otorgados por el estado, son quienes contienen el porcentaje de pobreza del país. Ya que se piensa que es posible que sin estos salvatajes proporcionados por el Gobierno, la pobreza aumentaría a un 50%.

Actualmente, son los planes sociales los que mantienen a los argentinos en riesgo de pobreza e indigencia por encima de dicha línea.

Si bien, las ayudas económicas a monotributistas y los diversos planes son de gran alivio y ayuda, desde el Observatorio de la deuda social de la UCA, se visualiza que sería necesario un plan que tenga como objetivo revertir los índices actuales de pobreza, ya que herramientas como el bono de 18 mil pesos que se da en dos cuotas, sostienen y contienen los niveles de pobreza e indigencia del país, pero no estarían propiciando en sí un crecimiento económico.

Los especialistas en la economía, apuntan a generación de empleo como el recurso viable para que no se decante en cifras alarmantes de personas bajo el nivel de la pobreza.

Es por estas características que se vivencia preocupación para el segundo semestre del corriente año, donde se terminarían los shocks de dinero que inyecta el Gobierno, más el ajuste salarial acordado, pero teniendo en cuenta los niveles del avance inflacionario en el país se asume una gran pérdida de poder adquisitivo, lo que hace tambalear las posibilidades de la clase media.

El llamado Índice de precios al consumidor, el cual es calculado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (INDEC), hace referencia a la variación de precios de bienes y servicios más representativos del consumo de los hogares.

Se visualiza un aumento en el mismo en el corriente año en comparación al mismo mes del año anterior. En el mes de marzo del 2021, se encontraba en 42,6%, mientras que en marzo 2022 en 55,1%. Incluso se produjo un aumento en comparación al mes anterior del mismo año, ya que en febrero de 2022 se encontraba en 4,7% mientras que en marzo 6,7%.

Este es un elemento más a la sumatoria de factores que afectan al costo de vida y consumo de los argentinos. Esta suba representa un aumento en los productos que más consume la población argentina, lo que conlleva a un gasto mayor en los mismos, por lo que podría acrecentar la deuda que la población tiene actualmente. Los niveles de inflación que están en alza son otro de los elementos impactan en la economía familiar y de cada ciudadano argentino, impulsando las deudas que pueden generarse para la mantención del mismo nivel de vida.