Los alineamientos en torno a la disputa de las vallas, en la que Patricia Bullrich atacó a Horacio Rodríguez Larreta por haber cedido y no haber profundizado aún más la represión de militantes del FdT frente a la casa de Cristina Kirchner, retoman los trazos de las alianzas que se vienen perfilando en Juntos por el Cambio. La jefa del PRO hizo su ataque desde el sector de los "halcones", aunque sin el acompañamiento de Mauricio Macri, que eligió el silencio. El jefe del gobierno porteño se mostró con María Eugenia Vidal a su lado y recibió en las últimas horas el apoyo de Elisa Carrió. Larreta una vez más camina la línea delgada entre ser tratado de tibio por el ala dura del PRO por no haber reprimido lo suficiente, y quedar -por el otro lado- como un mandatario que utilizó la policía con fines electorales.

La mecha la prendió la presidenta del PRO luego de que el jefe de gobierno cediera el sábado y retirara las vallas en torno a la casa de la expresidenta, después de horas de represión y de una negociación con el gobierno nacional. “A mí me parece que cuando vos ya tomás una decisión de cercar la casa de la vicepresidenta la tenés que mantener”, lo cuestionó Bullrich. Y lo apuró: "No te corrés de ahí. Lo que te están poniendo en duda no es la valla, eso es simbólico. Ponen en duda tu gobierno. El gobierno está en el que mantiene el orden. Y vos no podés entregar ese orden”.

La adversaria interna de Larreta buscó marcar sus diferencias sobre cómo se comportó ella como ministra de Seguridad y el accionar de Larreta. “Yo cuando puse vallas no las pasaron nunca. Cuando tomamos la decisión de que no se cortaba más la Autopista Ezeiza, arranqué y tuve el primer problema con balas de goma. Pero nunca más cortaron. Cuando decidí que la Panamericana no se cortaba nunca más, saqué los autos con grúas”, sostuvo. Olvidó mencionar los fusilamientos por la espalda de policías y prefectos que Bullrich aún hoy reinvindica.

Pero la presidenta del PRO no se quedó solo en diferenciarse de Larreta por su represión "tibia", según su mirada. También reveló que el jefe de gobierno estuvo convocando en persona a todos los dirigentes del PRO para que lo acompañaran a la conferencia que dio el sábado y ella se negó a ir. "Yo le dije a Larreta: 'Yo voy si hablo'. Voy si puedo poner la posición concreta de lo que creo que es importante plantearle ahí a Cristina Kirchner”. Bullrich también señaló las implicancias que tiene haber cedido para la candidatura presidencial de Larreta: “Hay algo que no se puede obviar en todo esto. Y es el hecho de que siempre las calles de la Ciudad están tomadas. Nos ven débiles por eso. Dicen que Juntos por el Cambio nunca va a gobernar porque le toman la calle”.

E insistió: "En la seguridad vos no podés tener miedo. Si tenés ese miedo, se lo transmitís a la Policía. No sé de quién es el miedo. No creo que el jefe de la Ciudad esté directamente involucrado con un operativo, pero el hecho de que siempre la Ciudad esté con las calles tomadas...", sugirió.

Contraataque larretista

Las principales figuras del gobierno porteño salieron a contestarle. En el larretismo dicen que es cierto que ella pidió hablar como condición para estar en la conferencia. Y que le respondieron que no, entonces, ella no fue. Con su raid mediático, para los larretistas la que sale perjudicada es Bullrich: se expone demasiado en sus intereses electorales.

En esa línea, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, sostuvo que “estas declaraciones tienen un interés personal. Prioriza intereses personales por encima de los intereses de la República”. Mientras que la ministra de Educación, Soledad Acuña (una de las posibles sucesoras de Larreta), le contestó: "Como oposición es prioritario mantenernos unidos, no ser funcionales al kirchnerismo. Casi todos los que formamos parte de Juntos por el Cambio estuvimos presentes en la conferencia de prensa de la noche. No es momento de buscar diferencias ni especular electoralmente".

"Cualquier mensaje que vulnere la unidad de Juntos por el Cambio es hacerle el juego al kirchnerismo y beneficiarlos. No es lo que la gente nos pide ni lo que la Argentina necesita", sostuvo el vicepresidente primero de la Legislatura, Emmanuel Ferrario.

El principal aludido, además de Larreta, fue el ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, que también le contestó a Bullrich: “Me llaman mucho la atención las declaraciones de Patricia Bullrich sobre el accionar de la Policía de la Ciudad. La actitud resulta funcional al kirchnerismo, que pretende caos y violencia. Es momento de unirnos y dejar de lado las mezquindades políticas”. Ahora bien, algo de la prédica de Bullrich pareció surtir efecto, porque el mismo funcionario apareció horas más tarde diciendo que "no le va a temblar la mano" para volver a reprimir.

Larreta respondió a las presiones, pero una vez más la compentencia interna lo lleva a posiciones cada vez más extremas. De hecho, este lunes reivindicó la actuación de la policía el sábado y se mostró con uno de los comisarios que participó del operativo.

Carrió intervino

En la historia reciente de los alineamientos internos, Carrió siempre jugó con Larreta. Por eso, no debe sorprender que en la disputa la Coalición Cívica se alineara rápidamente con él. Sacaron un comunicado firmado por Lilita y por su mano derecha en la Ciudad, Paula Oliveto, donde "expresan su apoyo al Gobierno de la Ciudad y a su Policía, luego de su accionar del sábado en la puerta de la casa de Cristina Kirchner". Sin mencionar a Bullrich, pero con un texto que casi lleva su nombre de título, reclamaron "evitar bajezas personales"

Los radicales, mientras tanto, eligieron mirar la pelea desde lo más lejos posible: "¿Y nosotros que tenemos que ver con esto?", contestaron a este diario desde el Comité nacional. Los correligionarios parecen preferir ver cómo se matan las distintas facciones del PRO sin intervenir en lo más mínimo.

El silencio de Macri

¿Y que piensa Macri? El expresidente, que salió a cuestionar a CFK y a apoyar a Larreta, mantiene silencio sobre la decisión de haber cedido. Quienes lo conocen, saben que él no hubiera hecho lo mismo (no lo hizo en 2017), pero no significa que avale la avanzada de Bullrich.

Entre sus dirigentes cercanos hubo más entendimiento que ataque a Larreta. Por ejemplo, el ex ministro de Transporte Guillermo Dietrich escribió: "Buscar consensos que lleven paz a los argentinos es la tarea que están llevando adelante Rodríguez Larreta y su equipo, para eso fueron elegidos por los vecinos y vecinas de la Ciudad”.

Y Esteban Bullrich advirtió: "La responsabilidad de los dirigentes que opinamos desde nuestras casas es muy distinta a la de aquellos que tienen que velar por la seguridad de la ciudad más poblada del país. Si vamos a juzgar, primero tenemos que ponernos en sus zapatos". No es algo que la presidenta del PRO esté dispuesta a hacer.