La abogada María Belén Bernal sigue sin aparecer. Eso es lo único que se sabe desde que se la vio entrar por última vez a la Escuela Superior de Policía de Quito, en Ecuador, el pasado 11 de septiembre. Ese día, ingresó a la institución a visitar a su esposo, Germán Cáceres, teniente en servicio e instructor de ese centro de formación de oficiales. Desde entonces el hombre está prófugo.

Luego de que el Ministerio del Interior ecuatoriano interviniera la institución, y sin novedades sobre el caso, el ministro Patricio Carrillo anunció que a partir de ahora la Escuela será dirigida por mujeres y se incorporará el enfoque de género a su programa curricular. También dijo que “rodarán cabezas” por la desaparición de la abogada.

En conferencia de prensa en el Palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo, Carrillo aseguró que se abrirán sumarios administrativos para dar paso a la desvinculación de la Policía de todos los involucrados en el caso.

Tras expresar su solidaridad con la familia de Bernal, el ministro afirmó que el Gobierno está “enfrentando un crimen atroz que no va a quedar impune”. “Se trata de un hecho violento que nos duele a todos”, amplió. Carrillo anticipó que se reestructurará el sistema educativo dentro de la Escuela Superior de Policía, para favorecer la instrucción y el respeto hacia las mujeres.

“Este tema debe dar resultados. Es un delito que nos avergüenza como Policía y como sociedad ecuatoriana. Aquí no hay espíritu de cuerpo en lo negativo. Aquí existe espíritu de cuerpo para sacar adelante a una sociedad que está viviendo el flagelo de la violencia y criminalidad”, puntualizó el funcionario.

Lo único que se sabe hasta ahora es que el ingreso de la abogada a la Escuela de Policías quedó registrado por las cámaras de seguridad pero no así su salida. El único dato sospechoso es la salida de un vehículo, el que solía conducir el esposo de Bernal, y hasta ahora principal sospechoso, que no fue registrado.