"El yoga es un proceso interno. Lo demás es un circo". Estas palabras son atribuidas a Krishna Pattabhi Jois, quien popularizó el Ashatanga Yoga, desde el Instituto de Investigación de Ashtanga Yoga que estableció en Mysore, India, en 1948. Su nieto, R. Sharath Jois también es maestro, practicante y poseedor del linaje de Ashtanga Yoga. En octubre dos maestros españoles de ashtanga Yoga que siguen ese linaje estarán en Buenos Aires para transmitir su experiencia. Se trata de José Carballal y Rafael Martínez quienes, entre el 19 y el 23 de octubre próximo, darán una serie de cursos y conferencias sobre la técnica que perfeccionaron en su país. Son integrantes de la Mysore House Madrid y se presentarán durante esos días en el Ashtanga Yoga Palermo, ubicado sobre la calle Malabia al 1346, la escuela dirigida por la argentina Calu Cuadrado.

José Carballal empezó a practicar yoga en el 2000, y ashtanga yoga un año más tarde. En el 2002 viajó por primera vez a Mysore, en la India, para estudiar con el que continúa siendo su maestro, R Sharath Jois, actual portador de este linaje. Actualmente, viaja todos los años a esa ciudad para perfeccionar su técnica. Rafael Martínez conoció la práctica de Ashtanga yoga de la mano de su compañero Carballal en el año 2005. Y desde 2012 dicta estas clases en Mysore House Madrid, la escuela que fundó junto a Jose.

El Ashtanga Vinyasa Yoga es un estilo dinámico de yoga en el que la respiración y las posturas están sincronizadas. Sus maestros dicen que el Ashtanga Yoga practicado con una correcta respiración purifica el cuerpo físico, mental y emocional. “Es practicado por todo tipo de personas, desde actores o músicos que encuentran en el sistema una manera perfecta de desarrollar su concentración y el acceso a sus emociones, hasta brokers de bolsa que necesitan una herramienta para poder bajar los niveles de ansiedad y estrés de su trabajo, pasando por psicólogos, abogados, deportistas o incluso monjas que encuentran en el ashtanga yoga una manera de profundizar en sus propias creencias. No es un sistema para todo el mundo, pero todo el que lo practica encuentra enormes beneficios”, dijo Carballal en diálogo con Página/12. Desde Madrid, luego se explayó sobre los alcances de esta práctica.

--¿Por qué se especializa en yoga ashtanga? ¿qué lo hace distinto?

--Ashtanga Yoga es un sistema que apunta a la estabilidad mental a través de varias herramientas, siendo asana (la práctica de posturas) una de las más conocidas, pero no la última. Hay toda una filosofía de vida que ayuda a poder vivir una vida más equilibrada, y con mayor conexión interior. Aunque aparentemente, para quien no conozca el método en profundidad, sea un tipo de ejercicio físico, lo cierto es que el objetivo principal de esta práctica es serenar la mente para alcanzar mayor conciencia. Esto es lo que me atrapó de este tipo de yoga, y también lo que me ha ayudado a mejorar mi salud mental, que estaba lejos de ser óptima cuando comencé este camino hace 20 años.

--Tal vez el hecho de que sea uno de los más exigentes físicamente, lleva a la confusión.

--Podríamos decir que las posturas optimizan la salud y la limpieza física para que ese vehículo que tenemos en esta vida, nuestro cuerpo, esté en las condiciones idóneas para sostener el viaje "hacia dentro", hacia el autoconocimiento. La práctica de las posturas desarrolla además cualidades importantes como la compasión hacia uno mismo (que sin duda se extenderá hacia fuera), la ecuanimidad. A nivel mental, actúa profundamente sobre el sistema nervioso, que calma y fortalece, y además cuando combinamos la práctica constante de posturas con los principios filosóficos, vamos ganando conciencia, descubriendo poco a poco muchos aspectos de nuestra personalidad y tendencias mentales que nos crean sufrimiento, y desde esa conciencia podemos entender cómo erradicarlas. A nivel energético, vamos aprendiendo a gestionar mejor nuestra energía y dicha energía se pone al servicio de esa búsqueda espiritual en la que estamos tantos y tantos practicantes de yoga, que tiene que ver con obtener las respuestas a las grandes preguntas de la existencia, y con encontrar qué hay debajo del personaje que nos pusimos cuando fuimos creciendo... ¡Este es un resumen muy corto de los beneficios!

--Se repite una misma serie cada vez, ¿qué es lo que produce esto en quienes lo practican? ¿no produce acostumbramiento?

--Ante todo, quisiera aclarar que hay muchos sistemas de yoga, y esto es perfecto porque no todos los sistemas son adecuados para todo el mundo, así que quizás el hecho de repetir cada día la misma serie (que va aumentando progresivamente en posturas y que, eventualmente, acaba trayendo nuevas series) no sea idóneo para todos. Ashtanga Yoga es un sistema muy comprometido con los conceptos de disciplina y austeridad, y es por ello que no busca alimentar la tendencia de la mente a distraerse, ni su apego a la novedad y el cambio. Lo que busca esta práctica es "hacerse con la mente", y practicar cada día la misma secuencia ayuda a disciplinarla. Además, la repetición crea un marco de seguridad y desde ahí, es más fácil poder reconocer las tendencias mentales, los escapes, las excusas, lo que nos decimos. Si quiero conocer mi rostro con total rigurosidad, me ayudará mucho mirarme siempre en el mismo espejo. La repetición de la secuencia actúa de una manera parecida. La secuencia es la misma, sí, pero yo estoy distinto cada día y, al colocarme en la misma situación, es más fácil ver los cambios propios. Por supuesto, puede producir acostumbramiento, pero es precisamente el esfuerzo de evitarlo lo que potencia el desarrollo de la presencia.

--En otro tipo de prácticas físicas o deportivas el eje está puesto en fortalecer los músculos, el sistema cardiovascular o lograr flexibilidad, ¿el yoga ashtanga logra esos objetivos también?

--Logra todos esos objetivos, además de conseguir una purificación del cuerpo a un nivel muy profundo, ya que el dinamismo de la secuencia unido a la respiración profunda y el efecto interno de las posturas logran arrastrar las toxinas almacenadas en el cuerpo, que eliminamos a través de la respiración y del sudor. A nivel ejercicio lo que hacemos es tan completo que realmente no necesita ningún tipo de práctica deportiva adicional, esto es suficiente para estar en muy buena forma. Todo esto son efectos secundarios de un sistema que busca la ampliación de conciencia, es decir, que mientras trabajamos sobre la mente, logramos un cuerpo sano y fuerte, sin ser este el objetivo... ¡Un "dos por uno"!