Leo una nota interesante de la empresa de tecnología deportiva Catapult Sports, acerca de lesiones en el fútbol. Abordando el tema desde lo empresarial, nos dice cuánto le costaron en millones de euros a los dueños/patrones, las cada vez más frecuentes lesiones de sus empleados/jugadores. 

Esto sucede aún a pesar de las mejores instalaciones deportivas y servicios de recuperación kinesiológica de esos deportistas. Alguna vez, hace poco, el Sindicato Mundial de Jugadores ha pedido aumentar el número de cambios por partido, y un par de semanas más de vacaciones.

Entiendo que las vacaciones extras y los cambios son paliativos, no soluciones. Quizás se pongan contentas las familias de los jugadores, con esas semanas más de descanso, pero el problema parece y es otro.

Entre partidos de liga e internacionales, la cantidad de encuentros en el año se ha incrementado a más del doble de los que se jugaban, por ejemplo, en los años '60. Y por consiguiente, el descanso y recuperación entre partidos es mucho menor. Pero eso sí, la retribución económica de las estrellas aumentó exponencialmente hasta límites no soñados medio siglo atrás.

¿Negocio redondo para todos? No tanto. La enorme mayoría de los que juegan al fútbol no son millonarios de película, apenas es un trabajo como otros. Las personas y sus límites, sin embargo, son los mismos que hace 60 años. Ahora, a veces, un poco mejor preparadas físicamente. Cambiaron mucho más otras cosas, de las que no se habla casi nada.

Se puede agregar que esto sucede en varios deportes no tan expuestos mediáticamente. Los recientes y sorpresivos, para muchos, retiros de gimnastas, atletas o nadadores entre otros deportistas, ocurren justamente cuando sus condiciones de entrenamiento y competencia varían de manera drástica.

Más competencias de alto nivel de exigencia, y en general remuneradas. Todas finales, dirían en fútbol, alrededor de un 200% más que hace 50 años. Dinero en efectivo para los ganadores y para los demás nada o muy poco.

Un sistema de competencias poco espaciado y con formato parecido al del fútbol o básquet, en fin, enormes diferencias en el planteo del entrenamiento tradicional en varios deportes individuales. Algunos contentos, en especial los que ganan y los que todavía no han dado cuenta de nada.

Algunos pocos que hablan de las mayores presiones o de las redes y su mala influencia, etc. Todo sirve para entender porque como decía aquel especialista de boxeo: "Los golpes no son vitaminas". Demasiados partidos o competencias tampoco, aunque no le guste reconocerlo a casi nadie de los involucrados en el gran negocio deportivo.

* Ex Director Nacional de Deportes.