Reyna Jessica Díaz es la primera mujer trans en ingresar a trabajar en el Poder Judicial de Catamarca, más precisamente, en la ciudad de Recreo, departamento La Paz

Ayer, luego de su primer día en su nuevo puesto laboral, en diálogo con Catamarca/12, reflexionó sobre cómo es ser una persona trans en el interior de la provincia, cuáles eran sus expectativas al postularse y lo fundamental que resultó el apoyo de su familia para que hoy se encuentre en esta posición.

Hoy fue tu primer día en trabajo, ¿como te fue?

La verdad que hermoso, genial, re lindo. Me recibieron súper bien, yo tenía ese miedito de que me traten como ‘la nueva’ o no sabía si les iría a caer bien porque una siempre duda, pero me dieron mucha contención, así que feliz. Es gente que me conoce, pero para una es todo nuevo, así que no podes dejar de sentirte nerviosa.

¿Cómo se dio esta posibilidad laboral?

Primeramente, hablando con mi primo; yo le decía que estaría bueno entrar al Juzgado, porque mi mamá se jubiló allí, así que preparamos el curriculum como para probar suerte. Elaboré el CV con él porque me decía "dale, vamos a golpear puertas y ver qué onda". Haciendo todo esto, es que logré el contacto con Ely Fontao de la Agencia Territorial (Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación) y Alejandra Reynoso, una mujer trans que trabaja allí también. A través de ellas, especialmente de Alejandra que trabaja en la parte de Diversidad, me ayudaron a presentar el CV en el Poder Judicial.

Hicieron una reunión con las ministras (de la Corte de justicia) y vieron mi curriculum. Yo, sinceramente tenía la idea de que me iban a tomar para tareas de limpieza como maestranza, pero ellas vieron mis antecedentes y dijeron, ‘Reyna da para más’, por lo que se me terminó otorgando este cargo que es de auxiliar administrativa.

¿Cuando te enteraste que habías quedado?

Cuando me llamó la ministra para comentarme que me habían dado el puesto, justo estaba con mi mamá en el médico y casi me caigo de espaldas de la emoción. No lo podía creer.

¿Cómo es ser una persona trans en Recreo?

Yo, realidad, estoy agradecida de haber nacido aquí, porque si bien es un pueblo chiquito, y al comienzo, cuando salí del closet (por así decirlo) siempre estaban las miradas, las burlas y el chiste machista, pasado el tiempo -y no mucho-,  este pueblo me acogió, y no es que lo sufrí como sé que se sufre en otras partes. Además, yo siempre tuve la idea de que si me aceptan mis viejos, los demás no me interesa qué piensen y qué opinen. Mientras mis padres me acepten, soy la persona más feliz del mundo.

¿Será también una cuestión generacional?

Sí. Incluso hoy por hoy lo noto, que en estas generaciones nuevas no están esos típicos chistes con los que yo me sabía encontrar con gente de mi generación. Eso ya no se ve. Es algo que obviamente está, pero ya no como antes. Veo que para los chicos, adolescentes o niños, yo paso totalmente inadvertida, de verdad. Hay una mayor apertura y ya no está esa idea machista y patriarcal del chiste básico burlándose de la persona trans, del homosexual, de la torta, del travesti.

¿Sentís que en ese aspecto te ha tocado otro momento social?

La verdad que sí, porque he tenido amigas aquí en Recreo que son más grandes que yo, que han tenido que sufrir injusticias y hasta persecuciones policiales. Eran arrestadas por hacer disturbios o escándalo en la vía pública por el solo hecho de estar maquilladas y vestidas como mujeres. Eso ya era motivo suficiente para meterte en un calabozo. Yo, gracias a Dios, no viví eso, estuve en las vísperas de las leyes que salieron, como la del Matrimonio Igualitario. Esto fue un antes y un después, porque si bien hay muchísimas mentes todavía por abrir, es real que se dio un cambio fuerte.

¿Vos pensás que antes de esta ley te hubieran dado este trabajo?

No, sinceramente creo que no. Es más, yo también cuando encaré por este trabajo, fue con la idea de decir, ya que está el cupo laboral trans y esto pertenece al Estado, por qué no probar suerte. Aparte, no entiendo cuál es el chiste de crear leyes si, justamente, el Poder Judicial no las cumple, es absurdo. Sin embargo, soy la primera mujer trans que accede a un trabajo en el Poder Judicial en la provincia, porque no se adhiere al cupo trans, pero este es un gran paso. Otra ley importante es la de la Identidad de Género, porque supe de muchas chicas que, por ejemplo, no querían ir al médico, porque les daba pudor que las llamen por su nombre estando en la sala de espera, o no querían ir a votar para no hacer la cola con los hombres.

¿Pensás que el que te hayas ganado este trabajo por tu esfuerzo, marca algo para Catamarca?

Sí, totalmente. Está marcando el inicio de algo que jamás sucedió y menos en un organismo público como este, que siempre fue tan patriarcal y territorio de los hombres, y todavía siento que es rarísimo que me hayan dado este trabajo. Todo esto no hubiese sido posible sin las mujeres que me ayudaron a acercar el curriculum y la predisposición que tienen estas mujeres empoderadas y que las aplaudo, que son las doctoras Fernanda Rosales y Fabiana Gómez; pero hasta yo me había encasillado, pensando que como soy trans, no me merezco más que un puesto de limpieza, porque nunca me imaginé que se iban a poner a ver mi curriculum en serio. 

Actualmente, soy estudiante de Enfermería en el IES de Recreo, estoy en mi tercer año, a cinco materias de recibirme, pertenezco al cuadro de honor y a la comisión de bandera y fui primera escolta. Esto es algo que también me pareció rarísimo, son cosas que llenan el alma, ya que yo misma pensaba que no me merecía esto, porque es una mirada que una lleva muy marcada y por el simple hecho de ser trans te terminas convenciendo de que no te merecés más y te lo terminas creyendo.

A lo largo del tiempo, muchas mujeres trans se vieron obligadas a ejercer la prostitución, supongo que en Recreo esta situación es similar…

Totalmente, eso pasa y es tristísimo, porque todas las chicas que terminan ejerciendo la prostitución, son súper capaces en todo sentido y llegan a eso siendo muy inteligentes; pero es una realidad que aquí el abanico laboral es prácticamente nulo y no se te da la oportunidad sino sos emprendedora, porque nadie te va a tomar. Si no, te encasillan en lo de siempre, peluquera, costurera, ordenanza; siempre están muy marcados los rubros laborales a los que tenes acceso.

¿Qué le dirías a los padres de una persona trans?

Mira, mi vida hubiera sido completamente distinta y todo lo contrario a lo que estoy viviendo sin el apoyo de mi familia, que fue fundamental. Así que les diría que escuchen a sus hijos, que aprendan a aceptarlos, que obviamente es algo difícil, quizás novedoso, pero nadie nace sabiendo; todo se aprende y tenemos que aprender a construir desde adentro. Hay que abrir la mente y evolucionar día a día. Que un hijo o una hija se sienta de otro género, no lo cambia, sigue siendo su hijo o hija, pero a diferencia de otras personas, nació en un cuerpo equivocado. Es triste que no se escuchen a estas personas porque terminan pasando cosas graves, como el suicidio, yo he conocido casos. También terminas cayendo en la prostitución, el abandono, en aventurarte sola en la vida y por querer ser quien sos, terminas siendo marginada, víctima de abusos, proxenetismo o trata de personas, es algo muy común en este país.

Viendo tu historia, todo nos hace pensar que las cosas comienzan a cambiar…

Sí, yo pienso que vamos en la dirección que corresponde, aunque sea en pequeños pasitos, pero todo de a poquito se va logrando. A medida que vaya pasando el tiempo esto va a ser algo común, porque no está bien decir que algo es normal o anormal, ya que esto es lo que nos hace personas; que no somos todos iguales y ahí está la riqueza del ser humano.