Evidentemente, los likes cotizan al alza. De lo contrario, imposible explicar flamante estadística: la que revela que más del 40% de los jóvenes británicos con entre 18 y 33 años elige adónde irse de vacaciones según cuán “instagrameable” sea el lugar. Ajá: lejos quedaron las razones de antaño, que invitaban a imaginar un destino según intereses, deseos... raciocinio. En cambio, a la juventud-divino-tesoro (léase, los millenials) más les inquieta qué imagen ofrecen, alejándose de clásicas variables al momento de escoger donde “desconectar”, optando en cambio por narcisa razón: cómo quedarán sus capturas en la red social de las fotitos. Sobra decir que a la gente siempre le ha gustado trasladarse a lugares pintorescos; empero, son ciertas vistas, hoteles y piscinas infinitas las que ganan en visitantes por ser probadamente más “me-gusteadas”. Lo cual, a decir del medio The Independent, primero en publicar los resultados de la encuesta realizada por la compañía Schofields Insurance, es evidente síntoma de cuánto interesa a los jóvenes adultos de hoy cómo luce ser su vida online. Y en materia de apariencia, los filtros sin duda ayudan: “Para los millenials, conseguir buenas fotos en Instragram es más importante que absorber la cultura local o, incluso, aún más extraño, viajar a sitios con alcohol barato y al alcance ¿Será que el estereotipo de los ingleses en el extranjero cambiará de borrachines a Instagrammers?”, se pregunta la web –aclaramos, por si las moscas– británica.