Sergio Massa demora la creación del bono para indigentes y tensa la cuerda con los movimientos sociales que se referencian con Juan Grabois. El refuerzo de ingresos para los más vulnerables fue prometido por el ministro de Economía cuando creó el dólar soja; y aunque desde fines de septiembre tiene los fondos para pagarlo, posterga su implementación. En ese sentido, los referentes sociales y diputados del Frente Patria Grande vienen denunciando esta tardanza con publicaciones en las redes, declaraciones a los medios y gestiones dentro del Frente de Todos. “¿Cuándo carajo van a anunciar el refuerzo de ingresos? Hay millones de indigentes sin ninguna protección del Estado”, se quejó con un tuit esta semana Dina Sánchez referente del Frente Darío Santillán. Internamente, en el espacio se pusieron un plazo hasta la semana próxima; si en esos días el bono sigue sin ser anunciado, volverán a la calle.

Así lo señaló a Página/12 el diputado del FdT Federico Fagioli. “El compromiso asumido por Massa fue implementar el refuerzo de ingresos en octubre, noviembre y diciembre, pero ya estamos a mediados de octubre y no sucedió. La verdad es que nos preocupa mucho. Nos parece que es un error político grave no responder a la demanda de un sector de la sociedad que la está pasando muy mal”.

El ministro de Economía está en Washington, donde viajó para reunirse con funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) para analizar la marcha del programa acordado con el organismo. Su titular, Kristalina Georgieva, le dio su respaldo este jueves en una conferencia de prensa en la que dejó además una definición clara:  Georgieva dijo que en la Argentina "hay presión de la población para que se aumente el gasto, pero no se puede pagar".

En agosto, los legisladores del Frente Patria Grande --Fagioli, Natalia Zaracho e Itai Hagman en el Congreso; Ofelia Fernández en la Legislatura porteña y Lucía Klug en la bonaerense-- ya estuvieron a un paso de abandonar el Frente de Todos por la falta de medidas de auxilio a los más golpeados por la inflación.

El debate de este espacio con el gobierno atravesó todo el 2022. Arrancó en marzo con la firma del acuerdo con el FMI, que rechazaron. Inmediatamente después, iniciaron una campaña por la creación de un salario básico universal. La propuesta obtuvo el apoyo de la vicepresidenta Cristina Kirchner --no a un salario universal pero sí a un refuerzo de ingresos, acotado--. Sin embargo, incluso en su última versión donde quedó reducida al mínimo --un bono sólo por tres meses para los indigentes que no tienen ninguna asistencia del Estado-- no se concreta. 

Desde la Anses, que estará a cargo de su implementación, sólo dicen que "se está trabajando" en el bono y que aún "no hay precisiones al respecto". 

“No tenemos explicaciones de por qué pasa", agregó Fagioli. "Lo que vemos es que hay un sector del gobierno al que le cuesta tomar la decisión de avanzar cuando tenemos en el país cuatro millones de personas a las que no les alcanza para comer”.

El refuerzo de ingresos fue comprometido en el DNU que creó el dólar soja. Massa lo anunció el domingo 4 de septiembre, al lanzar el incentivo que le otorgó a los exportadores. Sin embargo, el texto del decreto no aclaró qué porcentaje de lo recaudado se va a destinar al bono, ni por qué monto será, o durante cuántos meses. Si bien trascendió que el acuerdo político era crear un refuerzo de 16 mil pesos, el costo de la canasta alimentaria por adulto, para dos millones de personas durante tres meses, luego hubo versiones sobre que la intención de Massa es acotarlo a dos meses.

Tampoco hubo avances, hasta ahora, en la segunda parte del acuerdo entre el Frente Patria Grande y la vicepresidenta, que consistía en que la Cámara Alta de tratamiento al proyecto redactado por la senadora Juliana Di Tullio para la creación de un ingreso para los más vulnerables con carácter permanente. 

Itai Hagman explicó cuál es motivo para plantear la creación de refuerzo de ingresos permanente: "Hay un porcentaje importante de la población que trabaja todos los días y sin embargo no tiene un piso de ingresos asegurado porque trabaja en la informalidad, en la economía popular, porque no tiene la protección que el mercado de trabajo formal le ofrece a un trabajador registrado. El proyecto de un piso de ingresos para la indigencia es una versión reducida (en relación a la de un salario universal)  pero que va en el mismo sentido, en la misma dirección. Tiene que ver con atender a la población que no cubre la canasta básica alimentaria y que además está excluida del mercado de trabajo formal. Esa es la razón por la que nosotros consideramos que debe ser una política permanente", señaló.

Para el economista, el proyecto de Di Tullio "tiene un costo fiscal que es perfectamente financiable para el Estado argentino, incluso en el marco de las restricciones económicas que tiene la Argentina, que en parte se derivan del propio acuerdo con el FMI". Es decir que "se puede hacer sin aumentar el déficit, reorientando partidas y con alternativas para recaudar, por ejemplo haciendo más progresivos otros tributos, como lo hicimos ya con bienes personales y ganancias. Es parte incluso de la discusión que viene ahora sobre las exenciones impositivas que hace el estado, como el no pago de Ganancias de los jueces".