Una joven de 32 años permanece internada con pronóstico reservado en el Hospital Central de Mendoza, tras el accidente en El Challao ocurrido el lunes, y su familia pide dadores de sangre. Se trata de María Eugenia Di Silvestro, estudiante de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), quien viajaba en la camioneta que volcó cuando trasladaba 16 estudiantes y en la que falleció Lucía Masman, de 20 años.

El último parte médico indicaba que la paciente presenta "estado general regular, su pronóstico es reservado y sin novedades". Se encuentra intubada, en terapia intensiva. Y que si bien su cuadro general no empeoró, sigue grave por la fractura que sufrió en la cabeza, informaron medios locales. Los otros dos jóvenes que permanecían internados fueron dados de alta el viernes. 

En ese contexto, este sábado, amigos y familiares de la joven solicitaron quienes puedan acercarse a donar sangre -grupos A+ y O+-, lo hagan al  Centro Regional de Hemoterapia, en calle Garibaldi y Montecaseros, de Ciudad, entre las 8 y las 15.

El accidente en El Challao

Di Silvestro viajaba en la camioneta Chevrolet S10 junto a otros compañeros cuando el lunes al mediodía volcó y perdió la vida Masman, estudiante de 1º año de la carrera de Contador público. Los jóvenes volvían de una actividad en el Cerro Arco organizada por el establecimiento, que se suspendió por las malas condiciones climáticas y se subieron a autos particulares de personas que volvían del lugar. 

En el momento del accidente llovía y granizaba y la mayoría viajaba en la caja. Los alumnos explicaron que pese a que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticaba lluvias y granizo desde el domingo, la Universidad no suspendió la actividad, que era de carácter obligatorio, y tampoco propinó un medio de transporte para que puedan ir y volver de la montaña con seguridad.

“En el momento de desesperación nadie pensó en no subirse en la caja de la camioneta, estábamos solos”, explicó a medios locales una de las jóvenes, y remarcó que un docente les había pedido a todos que no dejaran “a nadie tirado”.

A raíz de la muerte de la estudiante, la UNCuyo decretó 72 horas de duelo. A través de un comunicado, las autoridades informaron que se inició una investigación interna para dar a conocer "en profundidad los detalles de la actividad previa al accidente". 

Allí explicaron que se trataba la una actividad deportiva al aire libre de la participaron estudiantes de las facultades de Ciencias Económicas y de Filosofía y Letras, que incluía una caminata como parte del programa Actividad Física Saludable, por la Quebrada del Durazno, que lleva al lugar conocido como “Piedra de Isidris”. 

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