La Feliz estará más feliz que nunca entre el 3 y 13 de noviembre, cuando se celebre el 37º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, que vuelve a una presencialidad plena luego de la edición íntegramente virtual de 2020 y del modelo híbrido adoptado en 2021. Una vuelta con gloria, según promete la programación presentada esta tarde en un evento en el CCK que contó con las participaciones del Ministro de Cultura, Tristán Bauer; la directora ejecutiva de la ANSES, María Fernanda Raverta; la Presidente del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout; el Vicepresidente en ejercicio de la Presidencia del INCAA, Nicolás Batlle; la Coordinadora de la Cinemateca Nacional del INCAA, Mariana Abramo; el Presidente del Festival, Fernando Juan Lima, y su director artístico, Pablo Conde. Serán más de 180 películas, entre ficciones, documentales y cuantos cruces entre ambos existan, provenientes de 28 países y de todas las duraciones posibles: desde cortometrajes de un par de minutos hasta un largo (Trenque Lauquen) de más de cuatro horas.
Cuando arranque el Festival, habrán pasado cincuenta días de la muerte de Jean-Luc Godard: inevitable que una figura de ese calibre no tenga su homenaje en el evento cinematográfico más importante del país, el único Festival Clase A de Latinoamérica. Y así ocurrirá ni más ni menos que con la función de apertura a cargo de una de las obras cumbre del francés, Sin aliento. El otro gran homenajeado de esta edición será Leonardo Favio, de quien se cumple una década de su fallecimiento, con proyecciones de copias restauradas de un puñado de sus películas, además de charlas alusivas con quienes trabajaron con “este artista fundamental de nuestra cultura”, en palabras de Batlle, quien también reclamó por la prolongación de las asignaciones específicas fundamentales para el funcionamiento de las industrias culturales. Los otros nombres propios que sonarán con fuerza durante los diez días son los de los invitados internacionales: la francesa Patricia Mazuy, el alemán Heinz Emigholz y el estadounidense John McTiernan (sí, el director de Duro de matar, entre otros clásicos del cine de acción de los ’80 y ’90). Los tres tendrán secciones dedicadas a sus trabajos.
Volver a las salas
“La cantidad de películas que se inscribieron nos emociona y nos hace sentir orgullosos. Mar del Plata tiene que ser un lugar de encuentro”, dijo Juan Lima, mientras que Conde aseguró que espera que “el festival puede tener todo tipo de espectadores”. En esa línea se entienden las múltiples entradas posibles para un evento con propuestas para una amplia variedad de públicos y que mantendrá su habitual esqueleto, aunque sumándole un podcast en el que parte del equipo dialoga, a modo de guía, sobre lo que se verá desde la semana que viene.
En términos de exhibición, la habitualidad se debe a que el parque de salas estará integrado por viejas conocidas: el Auditorium, el Ambassador, el Cinema Los Gallegos, los Cines del Paseo y del Paseo Aldrey, además de la Villa Victoria –que albergará proyecciones especiales– y el Teatro Colón, todas con entradas a 200 pesos y 100 para jubilados y estudiantes. En términos de divulgación, porque se publicarán dos libros que dialogan con la programación: Por las naciones de América: El cine documental silente de Renée Oro (Estudio histórico y técnico), sobre la filmografía de la realizadora de quien se verán dos cortometrajes restaurados, y Cuerpos invadidos. Videodrome de David Cronenberg: larga vida a la nueva carne, con textos de varios autoras y autores en los que se aborda la película seminal del cineasta canadiense.
Tampoco habrá grandes cambios para una programación con epicentro en sus siete competencias (Internacional de Largos, Latinoamericana de Largos y Cortos, Argentina de Largos y Cortos, Estados Alterados y Work in Progress). Y, desde ya, en las secciones paralelas: Focos y Retrospectivas (uno sobre comedias británicas y otros para los mencionados Mazuy y Emigholz, además de la actriz japonesa Kinuyo Tanaka, el realizador Jonas Mekas), Trayectorias y homenajes (McTiernan, Cecilia Roth, Ricardo Darín, Godard, Favio, Renée Oro y el Cineclub Núcleo, que cumple 70 años de actividad) y la amplia sección Panorama englobando varios apartados temáticos. Allí estarán los históricos Autores, Nuevos autores, Galas, Panorama argentino, Mar de chicos y chicas, Banda Sonora Original, Las venas abiertas, la cita obligada de las medianoches con Hora cero y Rescates, a los que se suma uno de cine silente con música en vivo y otro dedicado al cineasta Sergio Levin.
El mundo en las pantallas
De los 28 países representados, la Argentina es, como siempre, la cinematografía más voluminosa del catálogo, con presencia en casi todas las secciones, incluidas las competitivas. En la Internacional habrá doce películas, siete de ellas en carácter de estreno mundial: la brasileña Saudade fez morada aqui dentro, de Haroldo Borges; la boliviana Los de abajo, de Alejandro Quiroga; la suiza Réduit, de Leon Schwitter, y las cuatro de escuadra local, integrada por Cambio cambio, de Lautaro García Candela; El rostro de la medusa, de Melisa Liebenthal; La uruguaya, de Ana García Blaya, y Tres hermanos, de Francisco J. Paparella. La Latinoamericana, por su parte, tendrá diez títulos, tres con la banderita celeste y blanca colgada: Amigas en un camino de campo, de Santiago Loza; Trenque Lauquen, de Laura Citarella; y Errante. La conquista del hogar, de Adriana Lestido, esta última en estreno mundial.
La Competencia Argentina agrupará, al igual que la Latinoamericana, diez títulos, con un equilibrio casi perfecto entre películas realizadores por debutantes –o con pocos antecedentes– y otros con más experiencia. Entre estas últimas estarán Búfalo, de un habitué del Festival con Nicanor Loreti y con protagónico del boxeador Sergio “Maravilla” Martínez; Luminum, del entrerriano Maximiliano Schonfeld; Herbaria, de Leandro Listorti; y Náufrago, del hiperactivo Martín Farina, en este caso en codirección con Willy Villalobos. Barrio modelo, de Mara Pescio; El amor vendrá como un incendio forestal, de Laura Spiner; Hace mucho que no duermo, de Agustín Godoy; Juana Banana, de Matías Szulanski; Sobre las nubes, de María Aparicio, y Te prometo una larga amistad, de Jimena Repetto, integran el primer grupo.
Tres producciones nacionales tendrán su lugar en la Competencia Estados Alterados (Lockdown Diaries, de Jeff Zorrilla; The Newest Olds, de Pablo Mazzolo, y Vía negativa, de Alan Martín Segal), mientras que al navegar en la programación aparecen títulos como el cortometraje Camarera de piso, de Lucrecia Martel; un homenaje a Plaza Zombie a 25 años de su estreno; Reina desnuda, de José Campusano; SINFON1A, de Raúl Perrone y El método Tangalanga, que “se apropia de un modo muy inteligente de la historia personal y el legado de un ícono argentino, homenajeándolo y, al mismo tiempo, logrando ir más allá para contar una historia sobre el humor como superpoder”, según se lee en el catálogo.
Y habrá más, mucho más. Como los últimos trabajos de realizadorxs de altísima reputación internacional: Bertrand Bonello (Coma), Sebastián Lelio (El prodigio), Sam Mendes (Imperio de luz), Albert Serra (Pacifiction), Jonás Trueba (Tenéis que venir a verla), Guillermo del Toro (Pinocho), Carla Simón (Alcarrás), Jafar Panahi (No Bears), Mia Hansen-Løve (Un beau matin) y el infaltable Hong Sang-soo, de quien se programó Walk Up. Diez días, entonces, ideales para reencontrarse en las salas.