Libres del Sur marchó al Congreso para reclamar a los legisladores que traten su iniciativa popular para congelar el precio de los alimentos y las tarifas. Es la primera vez que, desde que quedó habilitada por la reforma constitucional del 1994, un movimiento social intenta utilizar esta herramienta. La organización juntó casi dos millones de firmas, y está pidiéndole al parlamento que ponga el proyecto de ley en su agenda.

La Cámara de Diputados aún no recepcionó las firmas ni la propuesta. “Con el argumento de que es la primera vez que se hace, se tiran la pelota unos a otros sobre cuál es el modo de avanzar en el procedimiento”, se quejó Silvia Saravia, coordinadora territorial de Libres del Sur. Mañana llevarán las firmas a la Cámara Nacional Electoral para que las convalide, la última indicación que recibieron sobre cómo impulsar la gestión.

La marcha salió desde la puerta del Ministerio de Desarrollo Social. Los manifestantes, en su mayoría trabajadores populares de Caba y el Conurbano, se concentraron en la 9 de Julio para plantear la otra demanda de su jornada de protesta: el envío de alimentos a los comedores y merenderos. Según denuncian, a los comedores todavía no llegó el refuerzo de alimentos que el Ministerio se comprometió a mandar en octubre que ya está finalizando y no hay novedades.

“Nos sorprende que (la nueva ministra, Victoria) Tolosa Paz, salga todos los días a decir que el gobierno se preocupa por los indigentes mientras deja sin abastecimiento a los comedores”, planteó Saravia.

La cuestión no es sólo un problema de la transición -Tolosa Paz asumió la jefatura del ministerio hace 15 días, en reemplazo de Juan Zabaleta- sino también la muestra de una grave dificultad con la que se toparon todas las gestiones de Desarrollo Social desde la asunción del Frente de Todos. Zabaleta planteó ante el Congreso, días antes de renunciar, que las empresas de la alimentación, altamente concentradas, "eligen no venderle al Estado y destinar los productos a la exportación”. Como ejemplo, contó que su cartera no lograba comprar aceite ni azúcar desde hacía tiempo. Durante la gestión de Daniel Arroyo también se tuvo ese problema. 

Un informe que el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) dio a conocer en estos días muestra la gravedad de la crisis alimentaria entre las familias que asisten a comedores y merenderos populares.  La consultora -que está vinculada a Libres del Sur, pero ha sido reconocida por el gobierno como una fuente confiable de indicadores sobre la vida en los barrios populares- mostró que hoy dos de cada tres familias que asisten a comedores y merenderos tienen ingresos por debajo de la indigencia. ¿Qué significa esto? Por ejemplo, que en seis de cada diez de los hogares relevados pasaron en el último mes por la situación de no poder acceder a alguna de las cuatro comidas diarias por falta de dinero.  

Al mismo tiempo, la calidad de la alimentación está muy afectada: la dieta está centrada, básicamente, en cortes baratos de pollo -alitas-, fideos y arroz. El consumo de carnes rojas es reducido mientras que las verduras y frutas llegan sólo excepcionalmente a la mesa. El lanzamiento de la Tarjeta Alimentar apuntó a mejorar estos indicadores, pero su monto no tuvo aumentos desde abril y perdió poder de compra por la inflación. La transferencia de la Tarjeta Alimentar para un hogar con dos niños es actualmente de 13 mil pesos, pero para mantener el mismo poder de compra que cuando se creó debería llegar a los 20.700 pesos, estiman en Libres del Sur.   

Las organizaciones sociales de la izquierda se quejan, por otra parte, de que Tolosa Paz no los recibe. La semana pasada los integrantes de la Unidad Piquetera tuvieron dos reuniones, pero con las segundas líneas de la cartera. Una fue a principios de la semana, en la que los funcionarios desconocieron un acuerdo que estos movimientos hicieron con Zabaleta antes de dejar el cargo, otra el jueves, en la que sí reconocieron los compromisos tomados y aseguraron que se van a cumplir. “Pero pasó toda una semana y los alimentos no llegaron”, sostuvo Saravia.

Este viernes habrá otra jornada de protesta, convocada por el Polo Obrero, que a partir de las 10 concentrará en el Obelisco para marchar a la sede de Anses con la consigna “Por un bono para todes, sin exclusiones”. El titular de Polo, Eduardo Belliboni, también puso la demanda de alimentos para los comedores en agenda. Dijo que integrantes del equipo de Tolosa Paz se habían comprometido a respetar el acuerdo con su antecesor para reforzar las partidas alimentarias y proveer de herramientas a las cooperativas, lo que hasta el momento no se cumplió.