Paul Pelosi, esposo de la presidenta de la Cámara Baja de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, superó este viernes con éxito la operación a la que fue sometido tras haber sido agredido en su casa de San Francisco, California. El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó el acto como despreciable.

El portavoz de la política demócrata, Drew Hammill, indicó en un comunicado que Pelosi fue intervenido en el Hospital general Zuckerbe por una fractura en el cráneo y de diversas heridas graves en el brazo derecho y en las manos. "Sus médicos esperan una recuperación total", señaló Hammill en esa nota, donde transmitió el agradecimiento de la familia hacia las muestras de solidaridad recibidas tras la agresión.

El día del ataque

Paul Pelosi, de 82 años, fue atacado cuando se encontraba en el domicilio familiar por un hombre, identificado como David Depape, de 42 años, que irrumpió en la vivienda al grito de "¿Dónde está Nancy?". Sin embargo, la presidenta de la Cámara de Representantes y la segunda en la línea de sucesión a la presidencia, estaba en Washington en ese momento.

El jefe de Policía de San Francisco, William Scott, indicó este viernes en una conferencia de prensa que la llamada de alerta se produjo a las dos de la mañana, hora local, en la ciudad de San Francisco, California. Cuando la Policía llegó a la casa, encontró a Paul Pelosi y al sospechoso forcejeando y agarrando al mismo tiempo un martillo. El atacante logró tomar el martillo y agredió al marido de la congresista, motivando que los agentes lo agarraran inmediatamente y lo desarmaran para detenerlo. El jefe de Policía señaló que la investigación aún sigue abierta y que se desconoce, de momento, el motivo del ataque.

Depape, que está bajo custodia policial, será acusado de intento de asesinato, robo y  agresión. El agresor también está en el hospital, pero no se han facilitado datos sobre su situación médica. Según informó el diario estadounidense The Wall Street Journal, el atacante mostró ideales de extrema derecha en las redes sociales, incluyendo teorías conspirativas sobre el covid-19.

Su ataque tuvo lugar a menos de dos semanas de las elecciones legislativas del 8 de noviembre, por las que se renovará toda la Cámara de Representantes y un tercio de los escaños del Senado.

"Acto despreciable"

El mandatario estadounidense, Joe Biden, condenó este viernes el ataque contra el marido de Pelosi, y lo calificó de despreciable. El líder demócrata apuntó, en un acto electoral en Filadelfia, en el estado de Pensilvania, que esa agresión iba dirigida en principio contra Pelosi. La legisladora es la tercera figura política más poderosa en el país, junto a él mismo y a la vicepresidenta, Kamala Harris.

"Se ha dicho que el mismo grito que usó este tipo fue utilizado el 6 de enero: '¿Dónde está Nancy? ¿Dónde está Nancy?' ¡Es despreciable!", sostuvo, citando la fecha del ataque al Capitolio estadounidense en el año 2021.

Biden, además, destacó que no hay lugar para la violencia. "Hay demasiada violencia, demasiada violencia política, demasiado odio", remarcó. Es por eso que hizo un llamamiento a la contención. "¿Qué nos hace pensar que un partido puede hablar de elecciones robadas, de que el covid es un engaño y de que todo es un montón de mentiras y que esto no afecte a personas que tal vez no están muy equilibradas?", preguntó.

En esa alusión implícita a reclamos republicanos advirtió de cómo eso afecta al clima político. “¿Qué nos hace pensar que no va a corroerlo? Ya es suficiente. Toda persona de buena conciencia debe oponerse claramente y sin ambigüedades a la violencia en nuestra política, sin importar cuál sea su política", dijo.

Aumento de violencia en los comicios

En plena campaña electoral, miembros de los partidos republicano y demócrata alertaron sobre la violencia que rodea estos comicios. Según la policía del Capitolio, las amenazas contra legisladores se han más que duplicado hasta superar las nueve mil anuales desde 2017. Miembros de ambos partidos apoyaron a Pelosi en las redes sociales, y varios sugirieron que el ataque era consecuencia del aumento de la retórica violenta en el discurso político.

Adam Kinzinger, miembro republicano de la comisión de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio de enero de 2021, culpó a las teorías conspirativas difundidas por Donald Trump y sus seguidores de extrema derecha. "Quiero ser claro: cuando se convence a la gente de que los políticos amañan las elecciones, beben la sangre de los bebés, etc, habrá violencia. Debemos rechazar esto", dijo.

Por su parte, el jefe de la bancada republicana en la Cámara de Representantes, Steve Scalise, dijo estar indignado por el ataque. "Indignado de escuchar sobre el horrible asalto al esposo de la presidenta Pelosi, Paul.", publicó en sus redes "Seamos claros: la violencia no tiene cabida en este país. Estoy orando por la recuperación total de Paul Pelosi." añadió. 

El ex vicepresidente de Donald Trump, Mike Pence, también repudió el hecho."Esto es un ultraje y nuestros corazones están con toda la familia Pelosi. Oramos para que Paul se recupere por completo. No puede haber tolerancia para la violencia contra los funcionarios públicos o sus familias. Este hombre debe ser procesado con todo el rigor de la ley." tuiteó.