El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, logró ayer en Doha un acuerdo sobre la lucha contra la financiación del “terrorismo”, cuando el país es objeto de bloqueo por parte de sus vecinos, que inmediatamente calificaron como insuficientes las medidas. Tillerson había iniciado el lunes en Kuwait un gira por el Golfo para hallar una solución a esta crisis entre Qatar y sus vecinos, entre ellos la poderosa Arabia Saudita, la más grave que haya registrado el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) desde su creación en 1981. Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Arabes Unidos y Egipto (que no es miembro del CCG) rompieron relaciones con Qatar el 5 de junio y le impusieron sanciones económicas. Estos países reclaman que Doha cese lo que llaman su política de apoyo “al terrorismo” y su acercamiento con Irán. Tras el anuncio Riad, El Cairo, Bahrein y EAU dijeron que “este paso es insuficiente”. En un texto citado por la agencia de prensa saudita SPA los cuatro países afirmaron que “vigilarán de cerca la seriedad de las autoridades qataríes para combatir cualquier forma de financiación, apoyo y amparo al terrorismo”. Qatar niega las acusaciones y rechaza todas las demandas, aduciendo que violan sus soberanía.