Tras el paso de Oscar Aguad por el Ministerio de Comunicaciones, la estructura del mercado “se ha concentrado más de lo que estaba” en beneficio de los “grandes actores industriales, en especial del Grupo Clarín”, sentencia Martín Becerra, doctor en Ciencias de la Información de la Universidad de Barcelona, profesor de la Universidad de Quilmes e investigador del Conicet. En diálogo con Página/12, Becerra hace un diagnóstico del legado de Aguad en un ministerio que, tras cumplir con los deseos de los sectores dominantes en la comunicación, será disuelto.

- ¿Le sorprende que el Gobierno elimine el Ministerio de Comunicaciones?

- Más que sorpresa, la eliminación del ministerio expresa el fracaso de una política que, anunciada como novedosa, convergente, republicana, plural y pro competencia, decretada por Macri al inicio de su presidencia, votada en esos términos por la Comisión Bicameral de Comunicaciones y por la Cámara de Diputados, celebrada por periodistas que hasta ese momento denunciaban la escasa transparencia de las políticas kirchneristas y comprometida ante la Comisión Interamericana DDHH... Es decir: las promesas iniciales fueron objetivos de políticas públicas que contrastan, nítidamente, con los resultados visibles un año y medio después.

- ¿Cuál es el balance de lo hecho por este ministerio fugaz? ¿Qué legado deja en materia de telecomunicaciones?

- Hay que examinar varios niveles: la estructura del mercado de las comunicaciones (no sólo las telecomunicaciones, también medios audiovisuales) se ha concentrado más de lo que estaba, que no era poco; la orientación de las políticas está subordinada a los actores más grandes de la industria, que son los únicos que registra la brújula oficial como sujetos de derecho; la discrecionalidad de la intervención gubernamental se incrementó a partir de la cooptación institucional del órgano regulador por parte del Poder Ejecutivo (en abierta colusión con los intereses privados); las políticas de aliento a la producción federal y de apoyo a medios no lucrativos fueron ajustadas y hay un cambalache regulatorio en el que normas de carácter superior (leyes y DNU), coexisten con normas de jerarquía inferior ulteriores que marcan cambios en las primeras y que, en varios casos, son además incumplidas por parte de los grupos más concentrados. Sí rescato, en cambio, algunas de las acciones desarrolladas por ArSat en materia de redes de conectividad en la Argentina profunda.

- ¿Cree que los postulados anunciados en un comienzo, entre ellos fomentar la competencia y atraer inversiones para garantizar la pluralidad, fueron reales o desde el principio el propósito fue la hiperconcentración?

- La hiperconcentración era una ruta ya trazada más allá del resultado electoral de 2015. En la visión de los candidatos en 2015, el interés general está contenido en el interés corporativo de los grandes actores industriales. Con el resultado puesto, resulta claro que Macri aceleró el proceso sin reparar en su impacto institucional ni en sus efectos a mediano plazo, y lo hizo al ritmo de las conveniencias en particular del Grupo Clarín pero incorporando ciertas quejas y pedidos de Telefónica, Claro, DirecTV (que es AT&T), Viacom, Turner y Fox. Es un esquema en el que opera un grupo de origen nacional con varios extranjeros. En la ilusión inicial del elenco gobernante, podría existir equilibrio o convivencia entre estos conglomerados, lo que revela una rústica comprensión de los procesos de convergencia infocomunicacional y de los desafíos que se crean, que son inéditos.

- ¿Quiénes son los ganadores y perdedores de la gestión Aguad?

- En términos generales, gana el interés corporativo de los grandes actores industriales, en especial del Grupo Clarín, en detrimento del interés público.

- Aguad dijo que la fusión de Cablevisión y Telecom es "buena para el país". ¿Dónde se apoya para decir una cosa así? ¿Tiene algún sustento?

- Bueno, su declaración respalda lo que decíamos sobre la identificación del interés más concentrado de la industria con el interés general que, más allá de las gaffes del ministro Aguad, se expresa también en otras políticas públicas.

- ¿Habrá una nueva ley? ¿Cuál piensa que podría ser el próximo paso del Gobierno?

- La fusión Telecom-Cablevisión, que es inédita no sólo en Argentina sino en toda América latina, demandará una nueva adecuación de la regulación al hecho consumado de facto por el mercado, toda vez que con las normas actuales (decretadas por Macri) hoy esa sociedad no podría funcionar legalmente. ¿Será una ley del Congreso o un nuevo decreto que vuelva a modificar los previos? Pronto lo sabremos.