La promesa que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, hizo a los docentes sobre otorgarles un aumento salarial “igual al de la provincia” de Buenos Aires resultó estar basada en un cálculo engañoso. En la reunión paritaria de ayer, la Ciudad ofertó a los gremios no el 27 por ciento de bolsillo que cobrarán los maestros bonaerenses, ni el 24 por ciento consolidado a los sueldos que recibieron (que resulta de sumar un aumento del 21,5 para 2017 más un 2,5 por ciento de recupero por 2016), sino apenas un 21,5. Los sindicatos lo consideraron “insuficiente”. Por esto, continuarán su plan de lucha con actividades de difusión en las vacaciones de invierno y en agosto votarán nuevas medidas de fuerza. Ayer, marcharon junto a estatales y los metrodelegados. En defensa de la propuesta, los funcionarios porteños argumentaron que significará un aumento en los sueldos de bolsillo del 25 por ciento; remarcaron además que para los cargos directivos habrá un 7,5 por ciento adicional sobre la paritaria. La  UTE reconoció que hubo una respuesta a la largamente reclamada jerarquización para los cargos, directivos, pero remarcó que “la oferta está por debajo del promedio de aumentos del país y lleva a los docentes porteños a perder poder adquisitivo”. En este sentido advirtió que esa suma no resolverá la dramática situación de falta de maestros y profesores en el distrito.