Desde Doha

E. Martínez (6): se lo vio menos nervioso que ante Arabia Saudita. En la jugada que fue más exigido respondió bien ante un tiro libre de Vega. Cuando salió a cortar de arriba no falló.

Montiel (5): se mostró como salida por la franja derecha, y fue una opción positiva para salir con la pelota dominada. El jugador del Sevilla no pudo sostener el nivel en la segunda parte, donde además sufrió el cansancio físico.

Otamendi (6): se posicionó como primer marcador central y no tuvo complicaciones con la marca. Se coordinó bien con su compañero de zaga, y también cuando estuvo al lado de Romero formando una línea de cinco defensores.

L. Martínez (6): no se complicó en ningún momento, y exhibió seguridad cuando tuvo que encimar tanto a Lozano como a Vega. De a poco se va afirmando y a esta altura parece quedarse con el puesto de marcador central en lugar de Romero.

Acuña (6): su juego le permitió a Argentina clarificar su salida por ese sector. Además, se asoció muchas veces en el circuito de ataque.

De Paul (4): su presente no es el mejor y fue el más flojo de Argentina. Se preocupó por pelearse con los rivales que por construir acciones con la pelota. La imprecisión en las entregas fue demasiada. Apenas ofreció entrega y sacrificio, que son los motivos por los cuales el entrenador lo sigue sosteniendo en la cancha.

G. Rodríguez (6): su ingreso fue principalmente para ayudar a los marcadores centrales en el aspecto defensivo. El ex River cambió bien de frente cuando tenía que hacerlo e hizo circular la pelota con acierto. Su actuación fue correcta, sin embargo, se decidió que deje la cancha.

Mac Allister (5): le costó involucrarse en el circuito del equipo. Su participación fue escasa al comienzo y el seleccionado lo padeció. El equipo necesita que aporte más despliegue si pretende conservar el lugar entre los titulares. Puede ser que no lo favorezca moverse por la izquierda, debido a que en su club se convierte en un volante libre sin una posición fija.

Di María (5): estuvo siempre con una marca muy férrea, que no le permitió hacer su clásica acción de enganchar hacia adentro y buscar a un compañero con pases hacia el medio. Cuando tuvo oportunidad de escapar de sus marcadores, habilitó bien a Lautaro Martínez; y en la segunda asistió a Messi y terminó en el primer gol argentino. De a poco, su nivel va creciendo, si se lo compara con lo que aportó ante Arabia Saudita en la derrota del debut.

Messi (8): el partido lo inició con una gran jugada sacándose dos hombres de encima, pero fueron pocas las veces que logró prevalecer y hacer diferencia con su técnica en la primera parte. Cuando tuvo una chance de convertir con un tiro libre en la puerta del área, la pelota salió alta. Pero el capitán apareció cuando Argentina lo necesitaba, y con un remate cruzado marcó el gol de la victoria.

L. Martínez (5): no fue abastecido con frecuencia. Cuando recibió un centro de Di María logró conectar con la cabeza y la pelota se fue por arriba. Se le hace difícil desnivelar cuando no tiene espacio para encarar hacia el arco. Otro síntoma fue que se lo vio en algunas ocasiones atrás del círculo central para tener contacto con la pelota.

E. Fernández (7): ingresó por Rodríguez y compartió con De Paul la mitad de la cancha. Cuando faltaban pocos minutos para el final enganchó dentro del área, y definió con gran categoría para aumentar la diferencia en el resultado. La actuación ante los mexicanos le puede significar disputar un lugar en el conjunto inicial el miércoles próximo ante los polacos.

J. Alvarez (5): a diferencia del primer partido, reemplazó a Lautaro Martínez. Se ubicó como centrodelantero pero le ocurrió lo mismo que a su compañero, que no pudo recibir juego. Su movilidad y sacrificio es muy valorada por el cuerpo técnico, y seguramente seguirá teniendo oportunidades.

Molina (5): volvió para ocupar el lateral derecho y en una de sus escapadas pudo rematar al arco, aunque la pelota se fue desviada. Se adelantó mejor que contra los saudíes, y si Montiel presenta alguna molestia física podría recuperar su lugar en el duelo decisivo ante Polonia.

Palacios: el técnico argentino pobló el mediocampo cuando el equipo se puso en ventaja, y el ex River reforzó la marca en esa zona. Más allá de que no tuvo una participación decisiva, se esforzó para cuidar que los mexicanos no reaccionaran a través del contraataque.

Romero: cuando el seleccionado decidió armar una línea de cinco defensores, el jugador ingresó para pudiera responder ante los envíos aéreos de los mexicanos, que buscaban por arriba. Si bien no está en su mejor condición física, con el correr del torneo podría dar un aporte importante para el equipo.