Desde Doha

En dos partidos Lionel Scaloni utilizó a 19 de los 26 jugadores del plantel. En el primer partido metió 4 cambios y en el segundo, 5. Solo 4 jugadores estuvieron en la cancha tiempo completo: los históricos Messi y Otamendi, De Paul y Dibu Martínez. ¿Dónde quedó el equipo que salía de memoria? El barullo empezó con la lesión de Lo Celso, muy extrañado en general y sobre todo en los momentos en que la pelota circulaba entre defensores y atacantes.

El mazazo de los goles de Arabia Saudita en el debut menos pensando terminó de borrar la idea de un equipo consolidado al menos en los nombres. Los volantazos del entrenador permitieron llegar a buen destino en el segundo partido. Algunos dirán que tuvo la audacia y el coraje necesarios. Tal vez los mismos que podrían haber dicho que no respetó los nombres originales si la cosa salía mal.

Lo cierto es que Argentina se acomodó en la tabla y los números dicen que si le gana a Polonia puede terminar en el primer lugar del grupo dependiendo del resultado de Arabia Saudita y México, un partido en el que los asiáticos tienen sin duda mejores chances.

Lo que no se acomodó es el juego. El equipo mejoró en el segundo tiempo cuando los mexicanos se empezaron a enamorar del cero a cero, pero anduvo muy mal en un primer tiempo que debe haber sido de lo peorcito del campeonato, junto con México-Polonia. Los del Tata Martino hasta le manejaron la pelota a los del medio de Argentina.

El partido en general nos retrotrajo a otros tiempos de la Selección en los últimos mundiales, con Messi tratando de hacerlo todo a lo Patoruzú, con Di María atrapado en la marca, con nada del juego que nos había traído hasta acá llenos de ilusiones. Como contra Irán o Bosnia y Herzegovina en el 2014 o como contra Nigeria en el 2018, Messi destrabó todo, con un remate cruzado de esos que se cansó de meter en el Barcelona.

Esta partido era tan clave que no da para demasiadas exigencias ni paladares negros, ¿quién le puede reprochar a Scaloni que puso una línea de cinco con el 1 a 0 contra una Selección que dispara con balas de cebita? En otras circunstancia la cosa da para la polémica. En este partido había que asegurar y de hecho, aún con cinco en el fondo, Enzo Fernández puso el broche. Alcanzó para que los hinchas se quedaran medio hora festejando, alcanzó para descomprimir y levantar el ánimo en el plantel, tal vez alcance una actuación similar para pasar a la segunda fase, pero sin fútbol, sin juego, si tenemos que depender solamente de Messi la cosa se va a complicar.